El gobierno local viene vendiendo a bombo y platillo las ventajas fiscales de nuestra querida ciudad, las cuales atraen este tipo de comercio. De manera que para un servidor mi ciudad tendría que tener unos precios sobre los artículos de estas empresas mucho más ventajosos que en la Península, lo que podría ser un enganche más para esa política turística de la cual no paran de hablarnos todo el santo día.
Cuando comparamos los precios en general nos damos cuenta en los artículos de moda que usted lo compre aquí o en Península son los mismos precios a diferencia que la fiscalidad es diferente de los dos lados de la orilla y no tiene repercusión sobre el cliente final.
La alimentación es el modelo contrario. Muchos productos de la misma enseña se encarecen según donde los compres. Y sigo con la dinámica de la fiscalidad. La famosa frase marketing que utiliza una asociación empresarial de nuestra querida tierra anuncia “Ceuta ciudad de compras” pero a qué precio y qué repercusión tiene verdaderamente.
Necesitamos de urgencia aclarar si verdaderamente nuestra fiscalidad puede ser una ventaja o un arma a doble filo, de la cual los verdaderos ganadores de esta herramienta son simplemente los grandes grupos.
