¡Delenda Carthago!. ¡La justicia emana del pueblo! Decía el romano Catón el viejo, cada vez que empezaba sus discursos. Luego cuando murió toda Roma respiro aliviada. ¡Bien…pues esto es lo que hemos visto y oído a nuestros podemitas. ¡Destruir al Partido Popular! Es su nuevo grito. Y van y se meten en un agujero del que en vez de salir, cavan más hacia dentro. ¡Vaya espectáculo de idiotas, lo que nos han mostrado Podemos!.
Por ello, con torpe y tosca pluma, escribo estas breves líneas. Donde la historia de España se rebela contra los que pretenden ser sus mediocres herederos. Porque observando sus modales, dichos y hechos, solo veo gente fracasada, que buscando ampliar sus pequeños deseos hacen lo que pueden. Por ello, quiero explicarles y gritarles que yo…desde luego… me avergüenzo de ellos y que no los quiero a mi lado. Decirles que son gentes sin proyectos, ni tan siquiera de futuros ciertos. Decirles que son pequeños ganapanes escondidos y apenas mantenidos en los yermos oteros de nuestra nación. Y que jamás producirán sino miseria y miedo.
Decirles que son solo eso… impudentes vividores en una sociedad que otros con esfuerzo han hecho y que ellos siguen insultando con sus hechos. Porque solo son eso… malos bandoleros de una sociedad, que sin saberlo los consiente y sigue alimentando con su esfuerzo. Y estos mediocres, malos discípulos del anarquismo universitario, que apenas se consienten entre ellos, siguen con sus disturbios y asambleas populistas, como único medio de mantenerse en los medios. ¿Dónde están… entre ellos… los grandes capitanes que todos esperamos…?. ¿Hay quizás alguno?. Esos que pondrán los intereses de España sobre sus propios deseos. ¡Desde luego entre ellos no los veo!.
Creo que ha terminado el tiempo de su pulso a lo establecido y su censura a los demás se ha convertido en su propia censura. ¡Nada sorprendente en su corto caminar!. Solo ellos son capaces de acabar consigo mismos. No hay que utilizar nada más…¡Solo hay que dejarlos a ellos!. Porque así es la amalgama que conocemos como Podemos, quienes sin saberlo se fagocitan entre ellos..
Y esto es lo que en este breve escrito digo que he visto y he sentido en nuestro parlamento. Un grupo de ineptos, discutiendo con los expertos. Tan tontos fueron que la censura se reboto contra ellos. ¡Y lo más importante…ni ellos se dieron cuenta de ello!. ¡Toda España vio en su moción de censura su absurda estupidez…y ellos en su limbo de rebeldía ni se enteraron de cómo los veíamos!. Porque al margen de toda conclusión, o partidista opinión. ¡Todos vimos y supimos que para gobernar nunca valdrían!. Fueron un buen ejemplo de lo que España no quería. ¡Y la estulticia fue manifiesta…aunque su prócer se apellidara Iglesias!.
Porque quiero informar a todos aquellos, que estas líneas lean. Que en manos de estos eternos jóvenes, que jamás disfrutaran de la adultez, nuestras vidas estarán sorprendentemente desorientadas y dirigidas hacia el caos y la nada. Y si tenemos cariño a nuestra España, debemos defender los inmutables derechos de los demócratas. Tal es nuestra corta tradición democrática. Y por ello debemos decir ¡NO! A un futuro anárquico y venezolano como ellos preconizan. Es el inmenso cariño a mi patria lo que dirige mi tosca y torpe pluma. Y por ello me niego con rabia a ser dirigido por quienes quieren separarla. Que nuestro orgullo y unidad nunca sea aplastada o deshecha por esos cerebros de plomo y vacíos que quieren fragmentarla.
Porque estos mediocres podemitas, solo nos presentan una próxima catástrofe Administrativa, política y electoral…es decir…¡El fracasado chavismo venezolano!. Donde las cabezas olvidando la política realista, constructiva y eficaz, ignoran lo que es la necesidad de una justicia y un equilibrio social para regir a sus pueblos. Son como los definía Neruda “Aprendices de tiranos que entran por las anchas puertas de la voluntad popular y que saldrán apresuradamente por las ventanas abiertas de la ignominia, el fracaso y el desprecio”.
Por ello, y con todo mi rechazo, término este pequeño escrito, diciéndoles a los podemitas que su embotamiento al servilismo de su propio poder, siempre será rechazado por cualquier persona inteligente que no quiera tener un gobierno dirigido por personas ambiciosas, cuyos deseos personales prevalezcan sobre los intereses del pueblo que pretenden gobiernan. Porque como decía Erasmo de Rotterdam sobre la república de Platón, que todos sabían dónde estaba y que nadie quería ir a vivir en ella. Y…por eso mismo, ahí os quedéis solos en vuestra pequeña aldea!
