Opinión

Otra vez, jo, qué tropa

Je.je.je…cuando veo por los medios de comunicación como está la política nacional y sus hechos, incluso los locales, no sé si reírme o asustarme, así que dado mi risueño carácter he decidido reírme.

Je.je.je…cuando veo por los medios de comunicación como está la política nacional y sus hechos, incluso los locales, no sé si reírme o asustarme, así que dado mi risueño carácter he decidido reírme.

Ya que nuestros mediocres políticos me han recordado una canción de mi infancia que se titulaba ¡Vamos a contar mentiras” y que se cantaba así en los campamentos: ¡Ahora que vamos despacio, vamos a contar mentiras tralará, vamos a contar mentiras tralará, vamos a contar mentiras Por el mar corren las liebres, por el monte las sardinas tralará. Mi abuelo tenía un peral, criando ricas manzanas tralará y cuando le tiraban piedras caían las avellanas tralará, con el ruidos de las piedra tralará (bis) salía el amo del ciruelo y decía no tiréis más piedras que me rompéis el melonar (bis)! Y seguía con otras muchas mentiras más.

En fin, que todo era de mentira pero a los jóvenes de mi época nos hacia reír mucho esta canción. Pues bien, ahora creo que estamos dentro de la letra de dicha canción, porque si no, a ver que opinamos de los movimientos políticos que estamos viendo entre el ciruelo y el melonar.

Y empecemos por el principio para terminar por el final. Al menos hasta ahora. Y al principio, ya casi hace un año, el gobierno catalán declara unilateralmente y saltándose las leyes del estado un sí o quizás en un no, su independencia, ¿Quién sabe? Luego, la justicia lógicamente aplicando la ley encarcela a unos cuantos y otros cuantos se fugan de la nación hacia otros lugares para no entrar en prisión.

Luego tenemos a unos cuantos presos por delinquir aunque fueran políticos y otros cuantos fugados de la justicia. Estos últimos, los fugados, en la Reconquista se refugiaban en las fronteras después en Sudamérica y ahora sin duda en Bélgica. Son cosas de los tiempos, pero como siempre el que huye se refugia en paraísos donde se consideran inmunes a la justicia que los persigue.

Luego, y siguiendo el relato, hay una moción de censura contra el gobierno y apoyándose en dichos partidos infractores de la unidad legal que marca la constitución se hace con el poder. Esto sin duda es  legal, pero se aparta de las urnas democráticas del voto ciudadano, en las que a lo mejor los ciudadanos podríamos decir que no estamos de acuerdo. Bueno hay que reconocer que el poder es el poder y además para que se necesita al pueblo para gobernar si ya se ha conseguido el gobierno, porque no nos engañemos, ¿Si tienes poder y no puedes abusar de él para qué sirve? Y además es lógico que nos intenten convencer de que la suma de las minorías, totalmente distintas entre sí, es la mayoría democrática. Esto antiguamente era el caos, ahora solo es la legalidad de los intereses personales de algunos pocos.

Y de esa forma tenemos el siguiente panorama nacional: Un presidente dedicado a viajar por el extranjero como si fuera en un tours internacional de viajes pagado por todos, mientras deja aquí a su equipo, personalmente nombrado por él,  para que defiendan su sillón. Luego a un vicepresidente en la sombra que sale cada vez más a la luz de la opinión publica arreglando los negocios que antes habían acordado entre ambos. Y ya para culminar el cúmulo de absurdos este segundo, el vicepresidente de Podemos, se reúne para ganar protagonismo en las cárceles con los que en su día quisieron romper la unidad española y habla con los huidos de la justicia en el extranjero sobre como gobernar el país del que huyen, dándoles validez democrática. Mientas,  nuestro Tribunal Supremo, para mayor sorpresa y en un alarde de inseguridad jurídica cuestiona sus propias decisiones juzgadas, dejándonos a todos en el limbo.

En fin, podría seguir con más mentiras democráticas que nos cuentan, pero el espacio de un artículo no da para mucho más. Así que cada uno cante la canción de contar mentiras como le dé la gana, ya que todo es irreal y falso, pero al menos nos divertiremos mucho más con su música y  al menos sabremos que todo son mentiras. Así que, yo sigo pensando, ¡Otra vez… Jo…vaya tropa! Y de las mentiras el gobierno local…ya ni os cuento, sobre todo si hablamos del racismo, que una representante de todos ha manifestado públicamente a nivel nacional y que una vez metida en su agujero en vez de intentar salir sigue cavando para dentro.