Opinión

La campaña de Caballas contra el delegado del Gobierno

No es nuevo, esto ya viene de lejos, pero me han sorprendido, nada más llegar a Ceuta, las manifestaciones de Mohamed Alí contra el delegado del Gobierno, Francisco Antonio González Pérez.

 

No es nuevo, esto ya viene de lejos, pero me han sorprendido, nada más llegar a Ceuta, las manifestaciones de Mohamed Alí contra el delegado del Gobierno, Francisco Antonio González Pérez.

En varias ocasiones lo he dicho, no me une, ni me separa, una notable amistad con el delegado del Gobierno en Ceuta, pero lo que sí me puede unir con él es ese temple y sentido común al abordar cualquier asunto y el ver que se trata de una persona que jamás ha hecho algo que pudiera perjudicar a ningún ceutí, sea de los que han nacido aquí o de los que hemos venido a Ceuta y llevamos ya mucho tiempo, en estas tierras, algo que también le ocurre a él.

El delegado del Gobierno, con toda la problemática que puede encerrar Ceuta y su entorno, no por la propia Ceuta, sino por los problemas que originan en ella elementos ajenos a esta ciudad y a la propia España, no ha vuelto la espalda a nada de lo que aquí ha sucedido, durante su mandato, en la Delegación del Gobierno, y como no ha vuelto la espalda a nada de lo sucedido, puede que Mohamed Alí o sus allegados hayan intentado dominar alguna parcela y a esto Paco Antonio haya tenido que decir: ¡Basta!

Hasta aquí es hasta donde yo podría llegar hoy, sin que eso implique que el delegado del Gobierno “tiene una obsesión perversa y maliciosa con Caballas, su trayectoria ha sido la de descalificar permanentemente a Caballas, confundir a la opinión pública con la política que hace la coalición ...”.

Estas manifestaciones de Caballas se bastan y se sobran para que cualquiera, desde fuera, pueda tomar partido, a favor o en contra, y tome el camino que tome, Caballas no tendría muchas justificaciones y menos si seguimos con  las propias manifestaciones de Mohamed Alí:”Nuestra relación con el Grupo Parlamentario Popular en la Asamblea con todas sus diferencias, no tiene nada que ver con la que mantenemos con el delegado”.

Aquí puede estar la auténtica clave porque, en el Ayuntamiento, Caballas mangonea a su antojo, con el beneplácito de quien todos sabemos y en la Delegación del Gobierno, Caballas “no rasca bola” porque Paco Antonio nunca tuvo un cargo en el que nadie de Caballas fuera un jefecillo.

Esta es la clave y que nadie busque una aguja en un pajar, puesto que con errores y con aciertos, jamás Francisco Antonio González Pérez dio muestra alguna de ser un reaccionario.

¿A dónde quiere ir Caballas, en su campaña preelectoral? Por este camino a ninguna parte, como viene siendo habitual, desde hace tiempo en esta coalición política.