Mientras Pedro Sánchez continua en su desesperada carrera por conseguir los apoyos necesarios para alcanzar una presidencia del Gobierno negada por las urnas, y al mismo tiempo solucionar su liderazgo al frente del partido socialista, las medidas adoptadas en los últimos años por el Ejecutivo de Mariano Rajoy, y que el líder socialista anhela derogar, continúan dando frutos. La pasada semana conocimos que el número de parados disminuyó en el mes de marzo en 58.216 personas, casi el mismo número que en marzo de 2015. En el último año, el paro ha disminuido en 357.169 personas y mantiene un vigoroso ritmo interanual de descenso en el entorno del 8%.
Al mismo tiempo, los afiliados a la Seguridad Social aumentaron durante el mes de marzo reseñado en 138.086 personas, la tercera subida más alta de toda la serie histórica. En el último año, la Seguridad Social ha ganado 472.998 ocupados. Con 17,3 millones de afiliados, este país está cada vez más cerca de alcanzar los 20 millones de afiliados en el año 2020, una cifra que aseguraría el sistema público de pensiones cuestionado cada vez que el partido socialista ha dirigido las riendas del país. Una formación política que continua vetando, por intereses personales de Pedro Sánchez, el gran pacto de gobernabilidad que daría la estabilidad necesaria para afrontar el futuro con garantías.
Mientras tanto, Partido Socialista y Ciudadanos negocian con Podemos, la formación financiada por el Gobierno chavista de Venezuela con la intención de crear en nuestro país fuerzas políticas bolivarianas cercanas a las tesis defendidas por los seguidores de Chávez, un procedimiento erradicado de la actividad política española tras la elaboración, presentación por parte del Partido Popular, y posterior aprobación por el Parlamento de España de la Ley orgánica 3/2015 de control de actividad de los Partidos Políticos. Ley que recoge expresamente en su Art. 7.2 “Los partidos no podrán aceptar ninguna forma de financiación por parte de Gobiernos y organismos, entidades o empresas públicas extranjeras...”. En definitiva, mientras unos trabajan en beneficio de todos y todas las españolas, otros tan solo buscan consolidar su situación personal.
