Opinión

¿Reformistas, revolucionarios o traidores?

Desde que se produjera la irrupción de la marca Podemos en el panorama político español, muchas han sido las informaciones publicadas, que relacionaban a sus fundadores con el régimen bolivariano chavista de Venezuela.  Un régimen enemigo de los derechos y las libertadas de su propio pueblo, tal y como hoy conocemos, pero sobre todo enemigo de quienes defienden estos principios. En numerosas ocasiones hemos tenido constancia de como los dirigentes bolivarianos han arremetido contra nuestros máximos mandatarios, empezando por Su Majestad el Rey de España y continuando con nuestros ex presidentes (Felipe González, José María Aznar y Mariano Rajoy).

Desde que se produjera la irrupción de la marca Podemos en el panorama político español, muchas han sido las informaciones publicadas, que relacionaban a sus fundadores con el régimen bolivariano chavista de Venezuela.  Un régimen enemigo de los derechos y las libertadas de su propio pueblo, tal y como hoy conocemos, pero sobre todo enemigo de quienes defienden estos principios. En numerosas ocasiones hemos tenido constancia de como los dirigentes bolivarianos han arremetido contra nuestros máximos mandatarios, empezando por Su Majestad el Rey de España y continuando con nuestros ex presidentes (Felipe González, José María Aznar y Mariano Rajoy).

Los propios fundadores de la formación radical (Pablo Iglesias, Juan Carlos Monedero, Iñigo Errejón, Luis Alegre o Carolina Bescansa) han reconocido haber recibido  importantes pagos por sus labores de asesoramiento a través de la fundación “Centro de Estudios Políticos y Sociales”. Labores de asesoramiento que se alargaron desde el año 2004 al 2014, y por las que recibieron casi cuatro millones de euros a través del Ministerio de Cultura según revelan 270 documentos presentados recientemente. Aunque estas labores de asesoría política comenzaron nada más llegar Hugo Chávez a la presidencia venezolana.

Pero no solo Podemos tiene estrechas relaciones con el Gobierno bolivariano de Maduro, también la CUP y el entorno de ETA. En los últimos días hemos contemplado imágenes que muestran a la actual portavoz de la CUP en el Parlamento catalán, Anna Gabriel, a la dirigente de Podemos en Castilla-La Mancha, María José Aguilar, y a Ignacio Gil de San Vicente, suegro del número uno de ETA, David Pla, y padre de la terrorista, Kikitza Gil de San Vicente, a punto de embarcar en un avión de las fuerzas aéreas venezolanas, la nave oficial de Nicolás Maduro, con motivo de la organización de una reunión perjudicial para los intereses de España.

Con esta realidad, las amenazas del presidente chavista, Nicolás Maduro,  se convierten en realidad como consecuencia del acceso de dirigentes políticos de formaciones radicales como Podemos, CUP o Bildu, colaboradores del régimen chavista, a diferentes gobiernos locales y autonómicos en nuestro país. Esperemos que Pedro Sánchez reconsideré sus planteamientos iniciales y no permita a estos desleales alcanzar los objetivos planteados en tierras lejanas, en el Palacio de Miraflores, la sede del Presidente de la República Bolivariana de Venezuela. Por cierto ¿cómo denominarías a quienes colaboran con gobiernos beligerantes con nuestras instituciones?