Opinión

Cuando la dejadez ya es absoluta

Dice un refrán español que "no hay mas ciego que el que no quiere ver" y eso parecer ser que es lo que está ocurriendo en nuestra ciudad. Es evidente que se nos amontonan los problemas, ya sean los de índole social, educacional, sanitaria, los relacionados con menores o los creados por el creciente paro. Da igual la estadística que usemos, sea la que sea, siempre estamos en la peor de las posiciones posibles.

Lo más triste del asunto es que esto no tiene visos de acabar en nada bueno, de ahí que nos tengamos que preguntar, ¿realmente contamos con las personas idóneas en los puestos claves para revertir esta situación?, está claro que no.

Podíamos centrarnos en cualquiera de las áreas que más arriba cito, por ejemplo la de Educación, ahí el fracaso es total, todavía recuerdo cómo al último delegado del Gobierno del periodo socialista, se le achacaban todos los males en esa cuestión y era un día sí y otro también el que aparecía señalado en los medios como responsable absoluto del desastre que arrojaban una y otra vez las estadísticas que se elaboraban sobre el tema. Pero, ¿es que quizás el actual delegado lo está haciendo mejor?. La verdad es que no, porque a la fecha seguimos con el mismo ratio de alumno por clase y el abandono y el fracaso escolar siguen siendo unos de los mas alto del país, aunque sí que parece que con este delegado sí que son algunos algo más condescendientes..

Si hablamos de Sanidad mas de lo mismo, en este caso la lista de espera se alarga en el tiempo, se sigue con el copago y aqui no cambia nada para mejor. Y del tema del paro, más de lo mismo, cuyas cifras en esta ciudad son demoledoras, por lo general inamovibles ante la carencia de una estructura economía que permita dar alguna salida a este tema, y solo alterada por la presencia de unos planes de empleo temporales que sirven como vía de escape para unos responsables políticos bloqueados e incapaces de aportar soluciones a tan acuciante cuestión.

Por otra parte, qué decir del asunto de los menores "no acompañados" todo un entramado administrativo, económico y  laboral puesto a su servicio, de escasos o nulos resultados que más bien esta diseñado para que algunos conserven su puesto de trabajo o para engordar la arcas de algunas asociaciones dirigidas por algún foráneo o foránea que han visto en toda está cuestión un verdadero modus vivendi al amparo de la subvención.

A los hechos me remito, un caos total, un centro de acogida que es un foco de conflictividad para las barriadas que se sitúan en sus inmediaciones, un verdadero pozo sin fondo acostumbrado a destrozos y actos vandálicos de todo tipo por parte de los menores residentes, y a pesar de todo este inútil y descomunal dispendio económico, decenas de estos menores campan a sus anchas por la ciudad haciendo todo tipo de fechorías, allanamientos, robos, atracos, agresiones, destrozos múltiples o poniendo en serio peligro las operaciones portuarias intentando una y otra vez, ante la pasividad de las autoridades colarse en el primer barco o camión en el que tengan ocasión.

La situación es tan surrealista como que han sido capaces de formar incluso un verdadero campamento con hoguera incluida en el tejado, ni más ni menos, de una de las gasolineras del puerto, desalojados recientemente supongo por la vergüenza y la mofa descarada que esto ya suponía para unos responsables que por lo que se ve ni están ni se les espera.

En cualquier caso la situación es totalmente oscura y hermética en este tema de los mal llamados MENA, un verdadero tinglado, del que el ciudadano apenas tiene información, situación jurídica de estos menores, gestiones realizadas para identificar a sus familias, relaciones con las autoridades marroquíes para proceder a su devolución, exigencia al Reino de Marruecos para que se haga cargo de la tutela de unos menores que se sabe perfectamente son súbditos marroquíes, serían algunas de las cuestiones a conocer y de la que en absoluto nadie con responsabilidad en la materia habla.

La cuestión aquí para algunos es clara, esto es lo que hay, y como en muchas otras cosas, hemos de tragar con todo ello a ser posible sin dar mucho por saco.