Opinión

Fitur, Fitur

Este enunciado sería la escala a tener en cuenta en lo que al evento se refiere, pues como podemos apreciar, este va decreciendo según pasan las ediciones. En las primeras muestras, nuestra ciudad le otorgaba el rango a la representación de Consejería, acto seguido aparecía ya como una Viceconsejería y en las últimas etapas ya como una simple oficina de turismo. Pero, ¿qué pretendo exponer con esto? Pues algo que es evidente desde hace ya algún tiempo y es que esto del turismo le importa más bien poco a aquellos que tienen las competencias para potenciar un sector especialmente importante para la creación de esa infraestructura económica de la que tanto necesita esta ciudad.

Este enunciado sería la escala a tener en cuenta en lo que al evento se refiere, pues como podemos apreciar, este va decreciendo según pasan las ediciones. En las primeras muestras, nuestra ciudad le otorgaba el rango a la representación de Consejería, acto seguido aparecía ya como una Viceconsejería y en las últimas etapas ya como una simple oficina de turismo. Pero, ¿qué pretendo exponer con esto? Pues algo que es evidente desde hace ya algún tiempo y es que esto del turismo le importa más bien poco a aquellos que tienen las competencias para potenciar un sector especialmente importante para la creación de esa infraestructura económica de la que tanto necesita esta ciudad.

Conozco bien el asunto, pues han sido tres ediciones en las que he tenido ocasión de estar presente. La primera de ellas, promocionando un turismo rural para nuestra ciudad; la segunda, para potenciar el senderismo, y la tercera con algo tan importante como lo es la divulgación de nuestra gastronomía. Eso sí, en este punto quiero dejar claro que en ninguno de los casos contamos con subvención  institucional de ningún tipo, corriendo siempre todo los gastos de nuestro peculio particular.

De ahí que, por conocimiento, escriba con fundamento de causa, y si bien a priori no tenga nada que objetar a nuestra presencia en esta feria internacional, también debo decir que esta solo nos sirve para hacer gala de que existimos y poco más. Pues en contra de lo que algunos puedan pensar, allí no se materializa ningún tipo de acuerdo con operadores turísticos que puedan proporcionar a nuestra ciudad algún tipo de beneficio en la materia, quedando reducida nuestra participación, al reguero de personalidades -reina incluida- que a lo largo de los días que dura el evento suelen desfilar por el stand de Ceuta. Poco más. Eso sí, para la prensa local, la radio o televisión es un verdadero chollo, pues esto le da para rellenar durante la semana que dura, unos espacios muy significativos.

Es curioso ver cómo unos de los principales problemas, a los que aluden los responsables turísticos de las ciudad, y que no es otro que el del precio de los billetes para el transporte marítimo, es en absoluto abordado por nuestras autoridades aprovechando, y como tuve la ocasión de observar in situ, la presencia en el evento de los máximos responsables de las navieras que operan en nuestra ciudad, siendo incapaces de llegar acuerdos aprovechando las circunstancias para resolver de alguna forma un problema que lastra de manera constante el desarrollo turístico de la ciudad, y que perjudica abiertamente a una parte de ese turismo peninsular que si no fuera por ese escollo, probablemente pudiera situar Ceuta como uno de sus puntos vacacionales.

Por otro lado, y si nos centramos en el turismo que proviene de la otra parte de nuestra frontera, debemos decir que en absoluto se necesita de Fitur para promocionarse ante ese tipo de visitantes, pues Ceuta en sí ya es una atracción para el visitante de Marruecos, dada la escasez de posibilidades que, para quienes se encuentran en mejor disposición económica, ofrece un país carente por lo general de infraestructuras turísticas y comerciales modernas y adecuadas.

Eso sí, en este sentido la asignatura pendiente es el asunto de la frontera, y a pesar de algunos intentos, todos ellos fallidos, de controlar de alguna manera ese colapso ocasionado por los porteadores, el resultado sigue siendo desastroso, quedando patente una cosa y es que la parada del paso de los porteadores que se decidió a finales del pasado año, demostró que bien regulado pueden coexistir ambas actividades, la turística y la comercial.

Soluciones a esto las hay, basta con poner empeño en finalizar las obras del vial que da acceso a los polígonos comerciales por el Quemadero, descongestionándose así parte del tráfico que va hacia la frontera. Ahora bien ¿sabían que esa obra lleva parada más de cuatro años? Pues así es, de modo que habrá que preguntarle al de momento delegado del Gobierno por una cuestión que se encuentra entre sus responsabilidades al depender la obra directamente del Ministerio de Fomento. Esperemos su respuesta. Eso sí, a lo mejor también se ha dado una vuelta por Fitur, y tarda en dar respuesta, pues a estos eventos se apunta todo el que puede, siempre y cuando vayan a gastos pagados.