Opinión

La limpieza, una cuestión de tiempo

En primer lugar hay que decir que desde el principio esto ya empezó con mal pie, pues en este asunto debemos tener presente que el pliego de condiciones suele estar redactado por técnicos que saben de que va el tema, ya que cuentan con datos suficientes como para saber lo que se le debe exigir como mínimo a las empresas que se presentan a la licitación para que estas presten un servicio digno.

En primer lugar hay que decir que desde el principio esto ya empezó con mal pie, pues en este asunto debemos tener presente que el pliego de condiciones suele estar redactado por técnicos que saben de que va el tema, ya que cuentan con datos suficientes como para saber lo que se le debe exigir como mínimo a las empresas que se presentan a la licitación para que estas presten un servicio digno.

Pero el problema empieza cuando entran los políticos de turno a interferir en el asunto, actuando sin ningún conocimiento del tema pero haciendo gala del mando en plaza que ostentan. Solo de esta manera se puede explicar el hecho de que si un técnico aconseja que para prestar un servicio acorde con las necesidades reales de la ciudad este tiene un coste, entonces ¿por qué se le da a una empresa que dice que puede prestarlo por menos valor?, ¿se han equivocado los técnicos?, yo creo que no, pues estos tienen los datos adecuados para desarrollar correctamente su trabajo.

Lo que parece claro es que algunas empresas, con la intención de hacerse con la contrata,  se presentaron al proceso licitador con una oferta temeraria, dando como resultado mas inmediato y como era de esperar, que tuvieran que pedir mas dinero y no para dar un mejor servicio, sino para poder mantener el cupo de operarios exigidos en el pliego de condiciones a sabiendas de que por ser tema sensible y de rápida visualización, cualquier alcalde cedería al ser un problema como este una de las últimas cosas que quisiera ver encima de su mesa.  Esperemos que el nuevo consejero de medioambiente consiga corregir lo que el anterior le ha dejado como legado, en principio parece que va por buen camino, aunque todavía debemos esperar a los resultados.

Es por lo expuesto que afirme que todo se empezó con mal pie, pues no deja de ser curioso que se le otorgue un contrato de tal magnitud a una nueva concesionaria que en principio no tenia ni un lugar para desplegar su logística, ya que el uso del ocupado previamente por Urbaser le había sido denegado por necesidades de la Autoridad Portuaria, siendo a partir de ese momento que se ve en la obligación de improvisar e irse a un espacio localizado en Benzú, de dimensiones más bien reducidas para toda la maquinaria que una ciudad como la nuestra necesita.

Aun así y a pesar de lo acontecido, todavía se permite el lujo de absorber Contenur, empresa encargada de la limpieza de los contenedores que, con una plantilla reducida de unos dieciocho trabajadores - los cuales ni tienen el mismo convenio colectivo que el resto de la plantilla - tratan de dar cobertura a más de 1.400 contenedores ubicados en la ciudad, queda claro que con solo realizar una simple ecuación, los números no salen y el resultado se pueden considera como obvio.

En cualquier caso intuyo que la nueva concesionaria en verdad no sabia siquiera donde se metía a la hora de presentarse al concurso, o al menos esa es mi percepción, pues no creo que hayan ido realmente con mala fe, eso si ha conseguido que con su osadía se forme un verdadero desaguisado en un corto espacio poco tiempo, pues no debemos olvidar que la inmensa mayoría de esos operarios son los mismos que anteriormente tenían la ciudad medianamente aceptable, a pesar y todo hay que decirlo de que la antigua concesionaria no era tampoco un ejemplo a seguir, pero vamos, estos han conseguido incluso hasta hacerla pasar por buena.