Opinión

Obra y desguace ilegales igual a vertidos ilegales

Para un alcalde de cualquier lugar el tema de la limpieza urbana siempre es un serio problema, sobre todo si lo que se vislumbra en el horizonte es la amenaza de una huelga inminente. Pero ¿por qué de esa preocupación? Es evidente. La de la limpieza es un área especialmente sensible para una ciudad y donde más patente se hace para el ciudadano la buena o mala gestión del gobierno local.

Para un alcalde de cualquier lugar el tema de la limpieza urbana siempre es un serio problema, sobre todo si lo que se vislumbra en el horizonte es la amenaza de una huelga inminente. Pero ¿por qué de esa preocupación? Es evidente. La de la limpieza es un área especialmente sensible para una ciudad y donde más patente se hace para el ciudadano la buena o mala gestión del gobierno local.

Y no será  porque el coste que supone para las arcas municipales y a su vez al  contribuyente no sea elevado, pues debemos tener en cuenta que solamente el contrato durante diez años de la recogida y baldeo con la empresa Trace supone un montante de cercano  a los doscientos diez millones de euros y si a eso le aumentamos los más de tres millones seiscientos mil euros que supone el contrato con la UTE Urbaser-FCC para la limpieza de los vertederos incontrolados en montes y vaguadas ejecutado por unas brigadas compuesta por menores de treinta años, llegamos a unas cifras descomunales. Eso sin contar con  los trabajadores del plan de empleo, de ahí que uno se pregunte qué es lo que está ocurriendo para que con este potencial de personal y medios no se consigan los resultados deseados.

En principio se dijo que debido a la crisis había que bajar la licitación que en su momento se tenía con la anterior concesionaria, motivo éste por el que la empresa concesionaria desistió, al entender que con el presupuesto que la ciudad pretendía ejecutar era imposible dar el servicio. Pero lo curioso es que a consecuencia del desastre existente en esta parcela, al final han tenido que volver a llamar a esta empresa para que participe con la actual concesionaria adquiriendo el cincuenta por ciento de la misma.

En este sentido, y como apunta el dicho español "nunca es tarde si la dicha es buena", y visto lo visto, lo mejor es rectificar, poner sobre la mesa la realidad del problema y buscar soluciones reales sin parcheos. Solo bastaría con poner en funcionamiento las ordenanzas municipales que ya existen y hacer un seguimiento allí donde se crean esos focos de vertidos incontrolados, con lo que se tendría solucionado unos de los problemas en este campo.

El de Trace va por otros derroteros y  habrá que exigirle a la empresa que cumpla con lo estipulado en el pliego de condiciones.