Opinión

El PGOU no es viable, y ellos lo saben

Desde luego que para algo valen las hemerotecas y a ellas me remito, sobre todo cuando en diciembre del 2014 ya hice referencia en uno de mis artículos a todo este asunto del PGOU, dando la casualidad de que todo aquello que dije en su momento, a la fecha, sigue teniendo total vigencia. Y es así porque, a pesar del tiempo transcurrido y de todo lo que se ha hablado, se sigue sin remar en la buena dirección.

Desde luego que para algo valen las hemerotecas y a ellas me remito, sobre todo cuando en diciembre del 2014 ya hice referencia en uno de mis artículos a todo este asunto del PGOU, dando la casualidad de que todo aquello que dije en su momento, a la fecha, sigue teniendo total vigencia. Y es así porque, a pesar del tiempo transcurrido y de todo lo que se ha hablado, se sigue sin remar en la buena dirección.

El nuevo PGOU, como el anterior, carece de todos aquellos ingredientes que lo hagan viable. Se siguen reproduciendo los mismos errores, ya que todas las partes intervinientes siguen en la misma postura, o sea, continúan en sus trece a la hora de hacer valer su posición. Este es el caso de instituciones como Defensa, que posee casi un tercio del terreno disponible para el desarrollo de este Plan Urbanístico y que ha declarado en multitud de ocasiones que no quiere saber nada de cesiones, y mucho menos a coste cero. Algo parecido ocurre con la Autoridad Portuaria de Ceuta, que por su extensión y competencias se puede considerar como una entidad territorial en sí misma dentro de la ciudad. No se debe tampoco olvidar a la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir, que también tiene bajo su titularidad una no menos importante cantidad de terrenos repartidos por toda la geografía local. En resumen, que la Ciudad Autónoma solamente dispone de los destinos de un exiguo 20 %, insuficiente a todas luces para redactar con criterio y poder de decisión un plan urbanístico para una ciudad con nuestras características.

Después de tener todos estos datos, no me explico cómo algunos siguen empeñados en seguir con esta pantomima, haciendo el paripé de llevar la propuesta de aprobación al Pleno cuando saben perfectamente que esto es un simple pliego de buenas o malas intenciones y que, al final, la última palabra siempre la tendrá un Gobierno Central que es el que en realidad tiene las competencias para decidir sobre la cuestión, en especial cuando sepamos de una vez quién ha de ser el agraciado con tan alta responsabilidad.

De igual modo, resulta también curioso ver como la mayoría de los grupos en la oposición han entrado al trapo en el tema, máxime cuando son conocedores de todo lo que aquí expongo, como si lo que buscasen con ello fuese un mero rédito electoral amparados en algunos de los espinosos temas que se encuentran asociados a la aprobación del mencionado plan, como lo puede ser el de la legalización de algo que saben imposible pero de suma importancia para ellos al coincidir la zona en cuestión con un distrito electoral del que pretenden sacar tajada. Por otro lado, y al parecer, lo que también se busca sería confrontar a ciertas personas del mismo partido político y con peso en los distritos electorales 2 y 6, donde por lo general se suelen decidir los resultados en la mayoría de las elecciones.

Es por todo esto que atisbamos que la exposición de este nuevo Plan, que nada de nuevo tiene, ha sido una cuestión de espacio-tiempo con el que dar la sensación, de cara al proceso electoral que se avecina, de que el gobierno está trabajando en ello, a pesar de que esos mismos que han hecho las nuevas correcciones de éste no hayan creído en ningún momento que vaya a salir adelante. A partir de ahí se ve de nuevo cómo aquellos que tienen la responsabilidad política, ya sea gobierno u oposición, no tienen ni idea de cómo proyectar algo con base para sacarnos de este atolladero en el que nos tienen metidos y que, como se está demostrando, día sí y otro también, solo buscan engañarnos con el pastoreo que se traen en todos los plenos. 

De ahí que será cuestión de tiempo el que nos den de nuevo la razón, siendo lo peor de todo que ellos saben perfectamente que la tenemos.