Días atrás nos enteramos del cierre de dos comercios emblemáticos de la ciudad dedicados a obrador y despacho de pasteles: El Vicentino, con 90 años de antigüedad y La Campana, con 80 años desde su apertura.
Dos comercios que han sufrido las consecuencias de una pandemia y una guerra que han encarecido los productos con los que elaboran sus productos....harina, leche, huevos, natas, etc y derivados, además del elevado precio de la subida de la factura eléctrica, trabajan con mucha maquinaria.
Estos sobrecostes y la pastelería industrial puesta a la venta en grandes centros comerciales a bajo coste y algún que otra competencia fuera del circuito legal, hacía imposible obtener beneficios a sus productos artesanos por el precio que debían aplicarles que no podían competir con los productos anteriormente mencionados.
Otros dos comercios históricos que desaparecen, el Vicentino y la Campana. Dicen los políticos que hay que mirar más a Europa pero si eso significa dejar en el camino a nuestras empresas señeras locales sin ofrecerles las ayudas que necesitan y que se les están dando a otras foráneas para que se instalen en nuestra ciudad, apaga y vámonos.
Conozco a fondo la trayectoria de la Campana y el trabajo y esfuerzo de Jesús, Andrés y Joselete que siendo empleados, apostaron por sacar esa emblemática empresa adelante pero al final se los "comió" el sistema capitalista.
¿Podía la Ciudad haber hecho algo por evitar estos cierres?. ¿Está a tiempo de revertir esta situación con ayudas y mantener esos puestos de trabajo?
