Opinión

Virus y estado de alarma

¿Serían la Ley de Salud Pública y la Ley sobre Medidas Especiales para control de la Salud Pública o la ley de Protección Civil suficientes para sustituir al estado de alarma actual? Recogerían, en parte, algunas de las medidas actuales, pero solo en materia de salud  o catástrofes con limitaciones.

La segunda solo habilita al Gobierno para control y hospitalización de personas contagiadas y posibles contactos que pudieran ocasionar  una ola de enfermedades.

La Ley de Protección Civil actúa en caso de catástrofes bajo la dirección del Ministro del Interior en coordinación con las autonomías, pero no puede suplir las competencias de un estado de alarma.

Quedaría por regular la salida de personas libremente, la circulación entre provincias y comunidades, que estaría protegido por la Constitución sin la herramienta del estado de alarma en vigor,  la apertura de negocios, colegios, centros de ocio, etc.

Las funciones del mando único del Gobierno desaparecerían y serían las comunidades autónomas, dentro de las competencias asumidas, las que dictarían las medidas en materia de salud para seguir con el control del virus, actuando solo el Ministerio de Sanidad como coordinador.

La desescalada sería un tema a debatir entre Gobierno y comunidades que para que fuera efectiva y no crear una "Babilonia" en ese sentido que podría ser perjudicial si no hay unión, entendimiento y consenso.

Una comisión permanente en este tema entre Gobierno y comunidades que entiendo debería haberse formado desde el minuto uno  el día 13 de marzo para la lucha contra la pandemia, sería garantista en el sentido de que el "todos" se impusiera al "yo".

Dejarse de palabras raras, cogobernanza, si gobierna más de uno el barco, el rumbo es diferente a cada momento. Unión, consenso, acuerdos… eso es lo que el pueblo pide a sus políticos.

Mirar hacia el pueblo y no hacia los sillones del Parlamento o, por qué no, el de Moncloa.

Las medidas económicas, ertes, ayuda a autónomos, etc quedarían fuera de esta nueva situación y se regularían por otros nuevos decretos puesto que la situación por la que se aprobaron subsiste  sin que esto signifique que quedarían sin estar en vigor toda vez que son una consecuencia de la pandemia pero no contribuyen a su erradicación.

Son medidas para paliar las consecuencias derivadas de la pandemia, necesarias para evitar en parte el hundimiento total de la economía.

En definitiva se deben desligar, y así debe ser, las medidas sanitarias de las económicas por lo que esto no debe ser un añadido ni debe utilizarse  para justificar la solicitud de la prórroga, para mí necesaria otros 15 días, para terminar el trabajo que con tanta disciplina y éxito hemos realizado los españoles.