Opinión

Ceuta: donde la política y la dignidad se cruzan

Un delegado del Gobierno ¿reconvertido en jefe de Gabinete o en ‘fontanero’ de quién impulsó su nombramiento al frente de la Plaza de los Reyes?

Rafael García y Juan Gutiérrez, durante una reunión
photo_camera Rafael García y Juan Gutiérrez, durante una reunión

Ser el delegado del Gobierno en Ceuta es un desafío, aunque no necesariamente una tarea ardua. Las responsabilidades y competencias están claramente establecidas, y se dispone de los recursos logísticos y el personal necesarios para cumplir con las obligaciones del cargo.

La habilidad para desempeñar este papel no viene dada por el título en sí, sino por la preparación y competencia de la persona designada por el Gobierno de España. "Lo que la naturaleza no da, la Plaza de los Reyes no presta".

Ceuta ha visto con asombro la transformación de un delegado del Gobierno en Jefe de Gabinete. Una persona que ha gestionado competencias tan cruciales para esta ciudad como la seguridad ciudadana, decidió degradar su posición y 'rebajarse' como individuo, cayendo en un abismo, alejado de responsabilidades y compromisos con esta ciudad.

Ante este escenario, surgen preguntas inevitables de diversa índole:

Si no estaba preparado para el cargo, ¿por qué fue nombrado y por qué aceptó la responsabilidad de la Delegación del Gobierno?

¿Qué motivos, propios o ajenos, le llevan a aferrarse a la Plaza de los Reyes, de la cual debería haberse retirado por dignidad?

La realidad demuestra una vez más que no se puede entrar en política sin tener resuelto el futuro.

Hacer carrera profesional de la política no es nada fácil. Depender de las decisiones de otros es una vulnerabilidad y una debilidad. Esta circunstancia secuestra voluntades y crea rehenes de intereses ajenos, que no tienen nada que ver con el interés general ni con el público.

Después de pasar un año como delegado del Gobierno sin llamar la atención, con pocas apariciones públicas, es poco decoroso para esta ciudad que se busque la notoriedad que se evitó durante el mandato una vez que ha sido destituido. Aunque, quizás, deberíamos hacernos otra pregunta: ¿está atendiendo a los intereses de quienes impulsaron su nombramiento, convirtiéndose en su 'fontanero' en lugar de ser un jefe de Gabinete de la Delegación?