Opinión

Ciudadano Kane, ¿o no?

Quiero empezar este mi nuevo artículo semanal agradeciendo las acogidas “sufridas” de los anteriores. Incluso me han dedicado una frase compuesta por uno de los mencionados seguidores (Sr. Word, que todo en nuestra ciudad está como El coño de la Bernarda y las aguas mansas son como las meigas en Galicia que, haberlas, haylas). He ahí que mi ego ha empezado a cotizar en mi “bolsa particular” y se ha incluido en el IBEX 56.

Quiero empezar este mi nuevo artículo semanal agradeciendo las acogidas “sufridas” de los anteriores. Incluso me han dedicado una frase compuesta por uno de los mencionados seguidores (Sr. Word, que todo en nuestra ciudad está como El coño de la Bernarda y las aguas mansas son como las meigas en Galicia que, haberlas, haylas). He ahí que mi ego ha empezado a cotizar en mi “bolsa particular” y se ha incluido en el IBEX 56.

Mi particular bolsa tal y como lo he comentado es debido a la fuerza de irrupción de un medio que bien es verdad con mucha bisoñez pero con una penetración envidiable y a su vez envidiada. La gente te localiza y te dice ¡Kiyo te he leído, mu güeno lo del Coño de la Bernarda! En este mi nuevo artículo quiero hablar un poco de la película o realidad de Ciudadano Kane.

Ciudadano Kane es una película cuyo guión original fue dirigido por Orson Welles en 1941. Para realizar esta película de la cual es el protagonista, Orson Welles se rodeó de sus compañeros de Mercury Theatre. Esta historia se relaciona con la vida del magnate Wiliian Randolp, el cual desde sus periódicos intentó boicotear el film (no el fin que justifique los medios), por lo que espero vayáis cogiendo onda (con h es una marca japonesa de gran prestigio).

En el inicio de la película, un grupo de periodistas observa un documental sobre la vida de Kane donde se recogen los puntos más relevantes y significantes de su vida. Kane era un hombre desconfiado que solo se fiaba de sí mismo. Había gente que había estado con él desde el inicio de su aventura como director del Inquirer (medio de comunicación escrito), que por casualidad había adquirido en quiebra y del que estaba encantado de dirigir, que tratando o insinuando temas “controvertidos” consigue ir alcanzado popularidad y sitio en la sociedad.

Kane su primera boda fue con Emily, sobrina del Presidente de los EE.UU., y de lo que cuentan no estuvo nunca enamorado, que le era infiel y que la quiso convertir en actriz, que en verdad fue una situación de maltrato dada la nula capacidad de esta para interpretar. Por supuesto estuvo casado en segundas nupcias con alguien que terminó de aquella manera.

Si nos trasladamos a nuestra ciudad, todos los medios de comunicación llevan consigo un Ciudadano Kane, algunos incluso alardean de poder quitar y poner reyes, que son los auténticos portavoces de la ciudadanía, que buscan alianzas (tanto con sindicatos de izquierda como con políticos de derechas) para eliminar a quien no les cae bien, aunque éste sea un buen profesional, que le haya querido comprar y que no pudiera conseguir y que utilicen frases y comentarios en foros donde les aplauden y que puedan decir y alardear de que están ahí porque yo los he puesto.

La valoración de Ciudadano Kane es simple, fue un hombre que lo tuvo todo y que por ambición sus ganas de protagonismo y su egocentrismo lo perdió.

En un intento de que su periódico y él mismo vayan alcanzado más popularidad, decide publicar rumores que decía que se hacía eco de la calle, uniendo a ello noticias conflictivas que alcanzan a importantes estamentos de la ciudad. No todos podernos ser Ciudadano Kane, pero es verdad que tampoco lo quiero, es más, ni parecerme.

El protagonismo, la ambición, el rencor, la pre-potencia, la maldad y si van de la mano con alguien, hay que tener cuidado porque su ego no cotiza pero piensa que es totalmente superior en todo y da por hecho que si te amenaza, va a intentar cumplirla sin importarle nada de lo que pueda ocasionar en el entorno del amenazado.

Por lo que, como las meigas, Ciudadano Kane en nuestra ciudad, haberlos haylos, o ¿no?