Ceuta es el territorio español donde las empresas experimentaron las tasas más altas de retraso medio en el pago de sus facturas, esto es, la diferencia de días entre el pago real y el pago pactado. Según un informe de D&B, el índice correspondiente a la ciudad se situó en los 22,75 días. Solo Melilla (21,13 días) y Canarias (20,70 días) superaron también los 20 días de demora durante el tercer trimestre.
Estos retrasos superan ampliamente los registrados en otras comunidades autónomas como Navarra –que con 9,76 días de demora se erige como aquella en la que las empresas muestran un mejor comportamiento- o País Vasco –donde el retraso medio se sitúa en los 10,79 días. Solo Aragón y Navarra pagaron más del 50% de sus facturas puntualmente. En 2017, hasta cinco comunidades superaban el 60%.
El retraso medio más bajo se sigue registrando entre las empresas de menor tamaño: algo más de la mitad de las microempresas y del 43% de las pequeñas cumplen con los pagos pactados. Entre las grandes, solo lo hacen un 13%.
Entre sectores, es la Administración la que más retrasa la satisfacción de sus pagos con respecto a lo pactado: la demora media se cifra en los 27,51 días.
En lo que se refiere al plazo medio de pago, las empresas españolas alcanzaron los 96,04 días de retraso, un dato ligeramente inferior al del trimestre anterior.
