Roma no se construyó en un día, y la Plaza Nicaragua, tampoco. Tras más de tres décadas de proyectos y más proyectos, la plaza está a punto de convertirse en una realidad tangible para el disfrute de los vecinos, quienes durante años sólo tuvieron promesas.
La conclusión del ambicioso proyecto de la Consejería de Fomento ha sido retrasada por numerosos obstáculos. Durante cuatro meses, las obras fueron paralizadas por orden judicial, lo que ha puesto en aprietos a la empresa adjudicataria, UTE Dragados-ACC. Los trabajos deben finalizar antes del 30 de abril, fecha de vencimiento del contrato, y aún queda mucho por hacer a un día de la fecha límite.
La Ciudad ha evitado anunciar la fecha de inauguración de este proyecto tan solicitado por los vecinos, hasta este mismo lunes, cuando el consejero de Fomento ha anunciado que se inaugurara la próxima semana. Para los trabajadores de la empresa adjudicataria, el tiempo apremia y la plaza presenta aún muchos detalles por completar: barandillas sin instalar, pasos de peatones sin pintar, pérgolas a medio pintar y muchos detalles menores sin terminar.
Durante 24 meses y con una inversión cercana a los 4 millones de euros, los operarios de UTE Dragados-ACC han trabajado intensamente. En las próximas horas, deberán redoblar esfuerzos para completar los muchos aspectos pendientes antes de que expire el contrato.
En la última semana, se procedió a la adecuación de todas las zonas ajardinadas, asfaltado, colocación de barandillas, mejoras en los accesos e instalación del parque infantil. Sin embargo, la zona aún parece un campo de minas, lleno de vallas de protección, y el pasillo de los bloques que da a la Avenida Coronel Gautier sigue sin barandillas.
La remodelación integral planificada incluirá la comunicación entre las calles Romero de Córdoba y la Avenida Nuestra Señora de Otero. Sin embargo, esto aún es un proyecto futuro, ya que no se ha comenzado a realizar los movimientos de tierras.
Este proyecto estrella del Ejecutivo local ha implicado una mejora de los equipamientos viarios, calzada y aceras, jardines y mobiliario urbano, así como de las redes afectadas en la zona de actuación, incluyendo abastecimiento, saneamiento, riego y baldeo, y pluviales, entre otras, además de 30 años de espera y unos 4 millones de inversión.
