Cruz Roja dejará de prestar el servicio de salvamento y socorrismo en las playas de la ciudad. El Consejo de Gobierno ha resuelto sacar a licitación el servicio, que reportará 300.000 euros al año a la empresa que resulte finalmente adjudicataria de un contrato cuya duración se ha establecido en dos años prorrogables.
El portavoz del Gobierno, Jacob Hachuel, ha justificado la decisión de retomar el servicio de manos de Cruz Roja en una recomendación de los responsables de la Intervención municipal. Hachuel ha asumido el compromiso de que el nuevo contrato permitirá ampliar las zonas de baños vigiladas mediante una mayor dotación de personal así como extender el periodo de la temporada de baños con el servicio activo.