Sindicalistas de CGT se han concentrado este jueves ante las puertas del Palacio de la Asamblea para denunciar la «persecución» de la que aseguran son víctimas a manos de la gerencia de la sociedad municipal Obimace. El sindicato mantiene que la empresa oculta información a sus delegados del comité de empresa, una actitud que, según sostiene, cuenta con el beneplácito de CCOO. CGT cuenta con tres delegados en un comité constituido por nueve miembros. Los concentrados han participado en la protesta con la boca simbólicamente sellada con cinta adhesiva.
«Se trata de imponer la ley del silencio no permitiendo a un tercio de la representación del comité acceder a documentación alguna –lamenta el portavoz de CGT, Miguel Montenegro- Intentan obviar que somos una fuerza sindical con presencia activa en la empresa».
Montenegro, que ha calificado la situación en la empresa de «caótica», ha criticado que la dirección no dé cabida a mujeres en la plantilla de trabajadores. «Es una empresa machirula que no abre la bolsa de empleo para que no entren trabajadoras», ha afirmado el sindicalista.
CGT se queja de la falta de seguridad que, según denuncia, caracteriza las condiciones de trabajo en una empresa donde la flota de vehículos se encuentra en mal estado y no existen previsiones de invertir en la adquisición de nuevos automóviles. Además, el sindicato acusa a la dirección de confundir a los trabajadores con permanentes cambios de destino y de propiciar designaciones y ascensos a dedo.
