Las instalaciones del CECAM han dado la bienvenida a una nueva tortuga Careta-Careta, rescatada en la bahía norte debido a problemas de flotabilidad. Actualmente, el animal está siendo estudiado para determinar su estado físico.
Manuel Vera, presidente de CECAM, indica que la tortuga, que ya estaba equipada con un sistema de seguimiento GPS, presenta un buen aspecto. Ahora, se aprovechará la oportunidad para instalarle un geolocalizador.
La tortuga se encuentra en un periodo de rehabilitación, durante el cual se verificará si expulsa plástico. Se le realizarán diversas pruebas, incluyendo análisis de sangre, con el objetivo de liberarla una vez que esté completamente recuperada y pueda continuar su vida en libertad.
Sin embargo, otra de las residentes de CECAM, que llegó hace más de un año con una grave fractura en el caparazón, no podrá volver a la libertad. Por ello, la asociación está gestionando con el Ministerio de Medio Ambiente la autorización para su traslado a un centro adecuado, donde pueda continuar su vida en cautividad y contribuir a la concienciación sobre el medio marino.
Esta tortuga “está bien, controlada”, señala Vera, que ha compartido detalles sobre este caso. “Estamos coordinando el traslado de una tortuga a la península, concretamente a un centro en Lillo, cerca de Madrid. Allí, la tortuga recibirá atención especializada para reparar su caparazón y se beneficiará de instalaciones adecuadas para su recuperación”.
El destino previsto para la tortuga es el centro de recuperación en Lillo, gestionado por el mismo propietario del centro de rescate y zoológico en Castellar de la Frontera. Este traslado no solo representa una esperanza para la tortuga herida, sino también una oportunidad para inaugurar las nuevas instalaciones de recuperación en Lillo. Además, el centro en Lillo se ha comprometido a cubrir los gastos del traslado y la reparación del caparazón de la tortuga. También se está considerando la posibilidad de trasladarla al Oceanogràfic de Valencia.
La labor de CECAM se ve limitada por los recursos con los que cuenta. Sus instalaciones no son las más adecuadas y carece de una embarcación propia para rescatar animales en peligro en mar abierto, dependiendo de la buena voluntad de terceros o esperando a que los animales lleguen a la orilla. Este verano puede presentar dificultades, ya que muchas tortugas y otros animales marinos quedan atrapados en las almadrabas, que este año cambian de ubicación y podrían contar con dos almadrabas.
