Ley de Bienestar Animal

Sin seguro ni curso para perros: la ley de bienestar animal arranca a medio gas

La ley que endurece las sanciones por maltrato y abandono de mascotas entra en vigor este viernes, pero no aplicará todavía algunas medidas que quedan a la espera de un reglamento. Veterinarios y consumidores critican los problemas y la confusión que supone la aplicación de la ley 

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La ley de Bienestar Animal que entrará en vigor este viernes 29 en España endurecerá las sanciones por maltrato y abandono de mascotas, pero no aplicará todavía algunas medidas como el curso de tenencia de perros y el seguro de responsabilidad civil, que quedan pendientes de un reglamento.

Según informa EFE, fuentes del Ministerio de Derechos Sociales explican que el reglamento está redactado pero no aprobado debido a un “desfase” temporal por el traspaso de funciones del Gobierno en funciones tras las elecciones.

La Organización Colegial Veterinaria (OCV) ha denunciado los problemas que supone la aplicación de la ley por la “falta de personal, de medios y de financiación”. Además, ha señalado que hay problemas “jurídicos y administrativos” que dificultan el desarrollo reglamentario y la implantación del seguro obligatorio para perros.

La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha criticado la “confusión” generada por el Ministerio de Derechos Sociales sobre el seguro de responsabilidad civil para los dueños de perros, que no será obligatorio hasta que se apruebe el reglamento específico.

La OCU ha aconsejado a los dueños de perros sin un seguro específico contactar con su aseguradora del hogar y pedir un suplemento para que conste la cobertura que ya tienen por defecto, y ampliarla a cualquier cuidador del animal. Algunas compañías lo están haciendo sin cobrar una sobreprima, pero si no es así, la OCU recomienda cambiar de seguro al próximo vencimiento.

Mientras tanto, la OCU considera “lo más prudente” optar por pagar ese suplemento o contratar una póliza específica por el capital más alto posible. También ha exigido que se concrete el reglamento “lo antes posible” y que se iguale el capital de responsabilidad civil de un perro al del seguro de un automóvil, también para las razas potencialmente peligrosas.