La historia de Baleària no puede contarse sin hablar de uno de los capitanes que ha acompañado a la naviera durante estos años. Francisco Jiménez Vara, capitán del ferry fue uno de los participes de su nacimiento, de la llegada de los primeros barcos de alta velocidad y de los ferries que han caracterizado la oferta de la naviera.
Francisco ha sido el responsable de sacar emblemáticos barcos de sus astilleros hasta hacerlos llegar al Mediterráneo e incluso al Caribe. La medicina parecía que era su vocación, pero la vida le llevo al mar con tan solo 17 años.
En un entrevista ofrecida a la compañía naviera Baleària el capitán habla de sus inicios y de cómo ha visto nacer y crecer a la naviera.
P. ¿Cuándo te incorporaste a Baleària?
R. Entré en 1990 en la antigua Isnasa y de allí, en 1995, salté a Flebasa. Así que puedo decir que he visto nacer y crecer a Baleària.
P. ¿Cómo recuerdas aquel momento y por qué recalaste en una naviera?
R. Fueron momentos de incertidumbre, salíamos de una huelga de trabajadores y empresa al unísono en Flebasa. Estaban intentando por vías administrativas liquidar la compañía, estaban en juego los puestos de trabajo y la credibilidad de todos.
P. ¿Tenías experiencia anterior en el sector?
R. Llevaba navegando desde los 17 años. Mi padre quiso que embarcara de mozo de cubierta con la idea de que retomara mis estudios de Medicina. No voy a decir que fue un crucero maravilloso, pero la experiencia me abrió los ojos ante un mundo muy diferente del que yo vivía día a día. Allí fui escalando y obteniendo los títulos necesarios. En 1987, con 27 años, tomé el mando por primera vez de una nave como capitán.
P. ¿Por cuántos departamentos o destinos geográficos has pasado?
R. He tenido mucha fortuna o bien fui hábil en escoger los embarques y las líneas. Me siento un privilegiado porque he estado en sitios que uno sueña con visitar cuando los lee en libros. He cruzado los tres ecuadores. Sin embargo, me falta dar la vuelta al cabo, los grandes lagos y Oceanía.
P. ¿Qué es lo que más te sorprendió y gustó de la empresa?
R. Su sistema de trabajo: todos a una. Siempre me gustó el ambiente familiar que se respiraba y transmitía. Es verdad que los tiempos y las responsabilidades actuales hacen que mantenerlo sea difícil, pero sigo sintiendo que pertenezco a una gran familia.
P. ¿Cuáles han sido los momentos más complicados de la historia de la compañía y cómo los viviste? ¿Y los mejores recuerdos?
R. Los inicios fueron duros y hubo que arrimar el hombro. Las primeras navegaciones con el Federico García Lorca, conseguir nuevamente la línea de Ciutadella con la maniobra del Ramon Llull, el traslado del Nixe de Singapore a Dénia, la entrega del buque Martín i Soler, la apertura de línea en Miami... Todos ellos los viví volcando toda mi profesionalidad y experiencia. Sin lugar a duda, los mejores recuerdos son que en todos ellos aprendimos, crecimos y salimos con la cabeza alta.
P. ¿Cómo has vivido en primera persona el crecimiento y evolución de la compañía?
R. Contento y orgulloso de ver que hemos sido entre todos capaces de hacer de una quimera una realidad. Nadie apostaba por nosotros, sin embargo, hoy somos la primera naviera de España.
P. ¿Por qué crees que Baleària ha crecido tanto y se ha convertido en líder del sector?
R. Responsabilidad, trabajo, profesionalidad, mandos con sentido común y un éxito fraguado en todas las personas que forman Baleària.
P. Cuéntanos alguna anécdota que ilustre la evolución de la tecnológica y organizacional de la empresa, el antes y el ahora.
R. Recuerdo que cuando fui a buscar el Federico García Lorca, que era totalmente diferente e innovador a lo que estábamos acostumbrados, tanto nosotros como los clientes, pensé: «Esto tiene que salir bien».
P. Si haces balance personal, ¿qué crees que te ha aportado Baleària en lo profesional y en lo personal?
R. Todos los trabajos te hacen más profesional en el día a día. En lo personal, he conocido a gente amiga, trabajadora y honesta.
