Con la iglesia se topan las cámaras. El obispo de Cádiz y Ceuta, monseñor Rafael Zornoza Boy, de nuevo divide a los fieles. La última de las controvertidas decisiones del obispado no ha pasado inadvertida, generando malestar entre las hermandades de Cádiz y entre algunas de Ceuta, que han visto como, justo al inicio de la Cuaresma, monseñor ha puesto coto a la toma de fotografías en las iglesias que dependen de la diócesis. Para algún cofrade ceutí, ésta es una "una pésima decisión" de monseñor Zornoza y confían que reconsidere su decisión y de marcha atrás.
La parroquia gaditana 'Santa Cruz' ha sido la primera en acatar la decisión del Obispado, anunciando la prohibición con un cartel en la entrada del templo.
La orden, según señala semanasantacadiz.com, atiende a criterios culturales y de conservación del patrimonio y esta medida no es sólo aplicable a los turistas que hacen fotografías en el interior de las iglesias con sus móviles, sino también a todos los medios de comunicación, generalistas y cofrades, que cubren la información cofrade, así como a todos aquellos fotógrafos profesionales y aficionados que plasman el montaje de los cultos que desde las hermandades llevan a cabo, sobre todo durante la Cuaresma y la Semana Santa.
El Obispado ha convocado a las hermandades de Cádiz con celeridad para tratar este controvertido asunto, que ya ha encontrado un gran número de detractores que han mostrado su oposición a esta decisión en redes sociales. La diócesis ha mostrado su disposición para el diálogo, sin contar, nuevamente, con las hermandades de Ceuta, donde también estaría vigente está prohibición. Mientras, se está a la espera de conocer la postura del Consejo de Hermandades de Cádiz y cómo actuará para proteger a los responsables de las cofradías y en Ceuta deberá acatar lo que decidan en Cádiz.
Del otro lado del objetivo, el de los fotógrafos, el desconcierto es notorio. El fotógrafo ceutí Lolo Calderón asegura que la decisión de Zornoza es "un sin sentido y una decisión desafortunada". Calderón asegura desconocer el trasfondo de esta decisión. "Quiero pensar que es por respeto de donde se está. Es cierto que hay algunos fotógrafos que no respetan que es un lugar de culto y le da igual subirse al altar, o interrumpir una misa, por hacer una foto, pero la mayoría suelen ser respetuosos" apunta el fotógrafo ceutí. "Quiero pensar que éste sea el verdadero motivo, porque no creo que una fotografía dañe un patrimonio, al revés lo engrandece", apunta Calderón que entiende que "el flash o el trípode no se utilicen pero de ahí a prohibir la fotografía dentro de la iglesia no le encuentro sentido" sentencia.
La opinión del fotógrafo Óscar Muñiz no dista demasiado de la de Calderón. "Los flashes generan luz y ésta puede causar daños en las imágenes" señala Muñiz que apunta que es un hecho probado, "lo vemos en los museos". Pero Muñiz indica que un solo disparo de una cámara "no genera daño, pero son muchísimos. El deterioro que provocan los flashes es similar al efecto del sol".
Pero Óscar Muñiz ahonda en la decisión de la diócesis. "Habla el obispo de fotógrafos profesionales y aficionados y entiendo que lo hace desde su «ignorancia» en el tema, puesto que un fotógrafo cofrade sabe sobradamente que no se puede usar flash". Muñiz insiste en el tema de los flashes. "Si disparas con flash, corres el riesgo de sacar una foto muy fea, con demasiado contraste y zonas de sombra. Para el «fotógrafo cofrade», el flash produce una luz demasiado agresiva y cambia la percepción de la escena original por completo" remarca.
Por lo motivos expuestos, Muñiz considera que "lo más conveniente es prohibir uso de flashes en el interior de los templos, pero no prohibir las fotografías".
