Sobre las 2 y 20 de la madrugada, la alarma volvía a extenderse sobre la barriada del Mixto. Un fuerte olor a quemado provocaba que los vecinos abandonaran sus camas para ir en busca del origen del fuego.
No es cuestión de cotilleo, los afectados solo estaban preocupados por si esta vez, la enésima, las llamas habrían afectado a sus vehículos.
La fuente del olor procedía de los contenedores del mercado que sobre las 2 y 20 ya estaban custodiados por dos coches patrulla de la Policía Local que separaban enseres dejados para su retirada del foco del fuego y así evitar que las llamas se propagaran.
Una vecina, en pijama, se apresuraba a mover su coche que estaba estacionado a un par de metros de los contenedores que ya se estaban derritiendo.
En ese momento, llegó el camión de bomberos para acabar con el fuego pero no con el problema, que es de otra índole. Hay vándalos que se divierten destrozando la propiedad pública, como con la quema de contenedores, poniendo en peligro los vehículos de los ceutíes.