En la estación marítima, los funcionarios de la Brigada de Extranjería y Fronteras detuvieron a una mujer residente en la península. La detención se produjo después de descubrir una cantidad significativa de drogas escondidas en su ropa.
La mujer fue detenida por un delito contra la salud pública y fue puesta a disposición judicial tras la tramitación del correspondiente atestado policial, junto con la droga incautada. La detención tuvo lugar en el control peatonal de pasajeros, cuando la mujer estaba a punto de embarcar en un ferry con destino a Algeciras, acompañada de sus cuatro hijas menores de edad.
El descubrimiento de las drogas se realizó en las instalaciones policiales del puerto. Durante un registro personal, se encontraron ocultas en los pliegues naturales del cuerpo de las menores cincuenta placas rectangulares, catorce placas cilíndricas y ciento cuarenta y cuatro bellotas de hachís. El peso total de la droga incautada ascendió a 7.210 gramos.
Para evitar levantar sospechas entre los funcionarios, la mujer utilizó a sus hijas menores de edad para ocultar la droga. La sustancia estupefaciente estaba escondida en su ropa y adherida a sus cuerpos con cinta adhesiva. Este fue el modus operandi empleado.
