En el atardecer del 21 de agosto de 1415, Ceuta fue conquistada por Juan Vaz de Almeda, quien tremoló el Pendón Real y la bandera de Lisboa en la torre de Vela de Ceuta. Este acontecimiento ocurrió́ 77 años antes de que los Reyes Católicos dieran por concluida la Reconquista de Granada. Desde entonces, y durante dos siglos y cuarto, Ceuta vivirá, hablará y sentirá́ en portugués.
La batalla de Ceuta fue el inicio de la expansión portuguesa por África y el primer paso hacia los descubrimientos marítimos que marcaron la historia del siglo XV. Los portugueses sorprendieron a los defensores de Ceuta con un ataque masivo por mar y tierra, que les permitió hacerse con el control de la ciudad en pocas horas.
Ceuta permaneció bajo dominio portugués hasta 1640, cuando pasó a formar parte de la Corona española tras la restauración de la independencia de Portugal. Desde entonces, ha sido una plaza fuerte y un enclave estratégico en el norte de África, que ha resistido numerosos asedios y ataques a lo largo de los siglos.
Crónicas de la época
El cronista portugués Fernão Lopes, que acompañó al rey Juan I en la expedición, relató así el asalto final a la ciudad: «Los portugueses, con gran ímpetu y furia, entraron por las puertas y por las murallas, matando a todos los que encontraban, sin perdonar a nadie. Y los moros, viendo que no podían resistir, se retiraron hacia el castillo y hacia la mezquita mayor, donde se refugiaron muchos de ellos. Y los portugueses los siguieron, matando y saqueando todo lo que hallaban».
El historiador marroquí Ibn Jaldún, que vivió en el siglo XIV pero recogió testimonios de testigos oculares de la batalla, escribió lo siguiente sobre la reacción de los habitantes de Ceuta: «Los moradores de la ciudad se asombraron mucho al ver aquella multitud de naves que venían sobre ellos y no sabían qué hacer ni cómo defenderse. Algunos salieron a combatir a los cristianos en la playa, pero fueron vencidos y muertos. Otros se encerraron en sus casas y se entregaron a la desesperación. Y otros huyeron hacia el interior del país, abandonando sus bienes y sus familias».
El escritor español Miguel de Cervantes, que visitó Ceuta en el siglo XVI cuando era una ciudad española, describió así el ambiente de la ciudad en su novela ‘Los trabajos de Persiles y Sigismunda’: «Ceuta es una ciudad muy noble y muy antigua, situada en la boca del estrecho de Gibraltar, frente a España, y tan cercana a ella que parece que se tocan con las manos. Es plaza fuerte y bien fortificada, y tiene un puerto muy bueno y seguro. Es muy abundante de todo lo necesario para la vida humana, y muy poblada de gente de diversas naciones y lenguas. Tiene una catedral muy hermosa y otras iglesias muy devotas. Es muy celebrada por haber sido la primera que conquistaron los portugueses en África».
