España, Portugal y Marruecos han logrado el sueño de organizar el Mundial 2030, con la colaboración especial de Uruguay, Argentina y Paraguay, que acogerán tres partidos en homenaje al primer Mundial celebrado en 1930 en tierras uruguayas. Así lo ha anunciado este miércoles la FIFA, que ha elegido la candidatura ibero-marroquí como la única opción viable para albergar el mayor evento futbolístico del planeta. El presidente de la FIFA, Gianni Infantino, ha comunicado la decisión al Congreso de la FIFA, que tendrá que ratificarla formalmente en diciembre de 2024.
La candidatura liderada por España ha trabajado intensamente en los últimos meses para presentar un proyecto sólido y ambicioso, que ha contado con el apoyo del Gobierno, el Consejo Superior de Deportes y las Federaciones de los tres países implicados. El presidente del CSD, Pedro Rocha, ha jugado un papel clave para garantizar a la FIFA que España estaba preparada para afrontar un reto de tal magnitud, especialmente tras el escándalo del Caso Rubiales, que amenazaba con ensombrecer las opciones de la candidatura. Rocha se puso en contacto con la FIFA para defender la candidatura española y hablar de los asuntos del fútbol español que consideraba de importancia.
También el presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, se reunió en Nueva York con Infantino para transmitirle el compromiso de España, Portugal y Marruecos con la organización del Mundial 2030. Además, el Consejo de Ministros aprobó a finales del año pasado una subvención de 7,5 millones de euros a la RFEF para la preparación y desarrollo de la candidatura. Esta fue una primera inversión destinada a potenciar la candidatura a través de diversas actividades, como la celebración de encuentros y eventos, el establecimiento de una oficina técnica, la difusión de las iniciativas en los medios de comunicación social, el desarrollo de las infraestructuras necesarias y el soporte tecnológico.
Pero esta cifra es solo una pequeña parte del presupuesto estimado por el Gobierno para organizar el Mundial de 2030, que asciende a 1.430 millones de euros. De esta cantidad, 750 millones se destinarían a inversiones en infraestructuras deportivas y turísticas; 400 millones a gastos operativos; 200 millones a seguridad; y 80 millones a promoción y comunicación. El Gobierno espera que el Mundial genere un impacto económico positivo para España y los demás países organizadores, así como un legado social y cultural para las futuras generaciones.
