FÚTBOL

Sandro Marques Santos: "Siempre me tocó defender en mi vida y seguiré defendiendo"

El ex jugador de fútbol y director de la Escuela que lleva su nombre indica que ha llegado a ser lo que es gracias a Osvaldina, su madre.

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photo_camera Sandro Marques Santos./A.S.

 Sandro Marques Santos fue jugador y dirige la escuela de fútbol que lleva su nombre. Antiguo jugador de la AD Ceuta durante varias temporadas ha paseado el nombre de Ceuta por toda España. No en vano ha sido el capitán de la AD Ceuta durante varias temporadas. Todo un ejemplo de pundonor y entrega, reconocido por la afición ceutí.

Años de recalar en el Ceuta y la ciudad que le ha acogido y donde ha echado raíces, ya que sus hijos son ceutíes.

Estuvo en equipos destacados de la Segunda A, como el Lleida, el Badajoz o el levante. Una grave lesión le truncó su fichaje por el Atlético de Madrid y le debe parte de su carrera deportiva al equipo paraguayo del Guaraní de Asunción, donde se proclamó campeón liga. Su vida fue defender y defenderse, faceta que le inculcó Osvaldina, su madre. 

- ¿Sandro, desde cuando se inicia en el futbol? ¿En la playa, en las calles o eso que dicen de Brasil de las favelas?
- Soy natural de Guajara-mirim-Rondonia y no puedo dejar de pasar el acordarme de mi la gente de mi tierra, y en Brasil llevamos primero el apellido de mi madre y el segundo de mi padre, y el fútbol es de la cuna desde que nací. He practicado todos los deportes pero el futbol fue el que me ha llevado a ser profesional durante 23 años. He vivido buenos y malos momentos como todo futbolista.
- ¿El futbolista nace o se hace y está luego el entrenador atento para darse cuenta?

- El futbolista lo tiene que llevar en la sangre, sentirlo en las venas, tienes que nacer y al que le guste el futbol siempre va a tirar para el futbol. No va a tirar para otro lado, y por muchos entrenamientos al cien por cien no se va a comportar como un robot, tienes que nacer futbolista.

- ¿En Brasil fue donde se inició antes de dar el salto a Europa?

En Brasil no jugué como profesional nunca, en Río de Janeiro donde estuve probando y entrenando, había muchos intereses políticos y di el salto a Paraguay que es donde doy el salto importante en mi carrera. Me fichó el Guaraní de Asunción, de donde salí campeón y viví los mejores momentos de mi vida. Llevo Paraguay en mi corazón y jamás lo olvidaré.

- Una vez en Europa llega a España. ¿Cuál fue el primer equipo y dónde empieza a despuntar?
- En el Lleida, luego al Levante, al Badajoz y al Córdoba , siempre en segunda A para recalar posteriormente en el Ceuta que fue en la Segunda B. Y en el Lleida ya me querían los equipos de la Primera División, y tenía todavía contrato con el equipo de Paraguay. Echaba de menos aquella tierra, no quería ir al Levante pero me ficharon y posteriormente en el Badajoz estuve tres temporadas donde tuve unas actuaciones fenomenales y las puertas de la Primera empezaba a verlas cada vez más cerca.
- Sandro hay un paréntesis en su vida que es el Ejercito. ¿Qué le marca y le instruye?

He sido guerrillero en la selva y claro que te ayuda y en Brasil que tiene una extensión de grande como Europa, hay un Ejército con unas estructura enorme. Tenía el apoyo de oficiales y mandos superiores que me apoyaron para seguir, pero vi que el futbol era lo que me tiraba y éso lo tenía en la cabeza.

- ¿Siempre jugó en el eje de la defensa o tuvo que incorporarse a otras posiciones y de ahí el liderazgo?

- Siempre me tocó defender y ésa fue mi virtud, siempre de central. Y lo llevé como una máxima en mi vida. Ni pivote ni historias, central puro, cortar y pasar, y el liderazgo en cada equipo hay varios líderes. No es mandar. Para mi es ayudar y motivar. Siempre me gustó apoyar a mis compañeros y si hay fallo es animar y éso es motivar para seguir trabajando.
- ¿El salto a primera se trunca o pasa de largo esa oportunidad?

- Cuando estaba destacando en el Badajoz, tuve la grave lesión de rotura del peroné y ahí se me truncó en buena parte mi carrera, y ese tren se me escapó y no pude alcanzarlo más.
- Ceuta es su vida y el Ceuta… ¿Como definiría esos dos conceptos de sentir unos colores y amar una ciudad?
- Ceuta es la ciudad a la que he defendido y representado por toda España y siempre tengo que agradecer lo que Ceuta ha hecho por mí, donde me siento muy feliz. Mi hija es de aquí y mi hijo fue hecho aquí y no tengo palabras para sentir lo que amo a Ceuta.
- ¿Cuelga definitivamente las botas o es un intermedio porque da paso a la Escuela de Fútbol?
- Ya al final no compaginaba los horarios de entrenamientos con la creación de la Escuela, y ahora estoy volcado con el proyecto con los chavales y estoy pendiente de la evolución de los chicos. Para jugar, claro que podía aguantar un año más. Tengo 43 años pero no he dejado de disputar partidos, de entrenar, de jugar al voley y hacer mis carreras diarias.
- ¿Se ven maneras en los chavales porque despuntan y en eso el director ya se da cuenta? 
- Son muy chicos todavía pero quiero que pongan interés y poco a poco vayan dando pasos. Pero siempre en los estudios y que respeten a sus padres. Lo que tenga que llegar llegará y quiero que tengan buenos valores y el que destaque… Éso claro que se nota.
- ¿Se ve en algún cargo técnico aparte de la Escuela de Fútbol? 
- Si esta pregunta me la hacen hace diez años diría que no pero actualmente si, aunque tengo que sacar el carnet de entrenador uno tiene ya la veteranía y experiencia y lo que he vivido y recorrido por tantos años de futbol. Pero tampoco es una cosa que me obsesione. No dejo de pensar en la plantilla de la AD Ceuta y poder ayudar al míster como enlace entre los jugadores y el cuerpo técnico.
- ¿Y las subvenciones?
- Uno está buscando un patrocinador que ayude. Bienvenido sea, porque la ayuda que yo tengo es la de los padres de los chavales, y agradecer al Colegio Beatriz de Silva que es el que pone las instalaciones. He empezado solo en este proyecto y ayuda de algún patrocinador encantado, porque de lunes a jueves desde las cuatro a las ocho y media de la tarde, sería ponerme a charlar. Y encantado que nos apoyara en este ilusionante proyecto con tantos chicos. La pena que me da es tener que dejar a muchos niños que no pueden pagar la cuota y se quedan sin participar. He vivido y pasado por eso y duele, pero hay que pagar la pista y los chicos tienen que disfrutar el ambiente y el compañerismo jugando al futbol.