Esta semana la Asociación de Usuarios de Bancos, Cajas y Seguros (ADICAE) ha tenido una magnífica idea, orientar a los jóvenes que desconocen el mundo bancario, en general, el mundo de las tarjetas, en particular, a través de un curso.
¿Qué diferencia existe entre una tarjeta de crédito y una de débito? ¿Qué es una tarjeta virtual? ¿Conoces sus ventajas y sus inconvenientes?. ¿La tarjeta que usas a diario es de crédito o de débito?.
ADICAE, con este curso impartido, se ha encargado de hacer más familiares estos términos, que los más jóvenes los dominen y de esta manera evitar engaños y fraudes, sobre todo ahora que está tan de moda el comprar todo por internet.
Comenzamos con la primera lección, diferencia entre tarjeta de crédito y tarjeta de débito.
En una tarjeta de débito, el pago se carga directamente en la cuenta –corriente, o libreta de ahorros- del titular. Así, solo permiten el cobro hasta el límite de los fondos de la cuenta.
En cambio, con la tarjeta de crédito puedes pagar incluso si no dispones de fondos, ya que puedes aplazar el cobro hasta el mes siguiente. De esta forma, el titular contrae una deuda con el banco (por eso, antes de conceder una tarjeta de crédito, el banco estudia nuestra viabilidad, asegurándose de que seamos solventes). Aún así, la tarjeta de crédito tiene un límite.
El crédito puede “devolverse” de tres formas: bien a fin de mes (un día establecido del mes siguiente al que se efectúa la compra), o bien mediante un porcentaje (que todos los meses desembolsaremos) o una cuota fija (esta modalidad se conoce con el nombre de revolving, y consiste en pagar una cifra fija establecida).
Las tarjetas de crédito permiten financiar. Así, te permiten pagar a plazos y hacer tus compras sin necesidad de desembolsar el total del pago. Digamos que, como indica su nombre, lleva implícita la concesión de un crédito por parte del banco.
En cambio, las de débito son un medio de pago en sí: el importe se carga directamente en la cuenta del titular, y se descuenta directamente del saldo.
La tarjeta de crédito cobra unos intereses al titular, al retirar dinero o al fraccionar los pagos. Estos intereses no son frecuentes en las tarjetas de débito.
La Asociación de Usuarios de Bancos, Cajas y Seguros aconseja usar tarjeta de débito y en casos excepcionales la de crédito.
Comprar por internet
A la hora de realizar un pago por internet ADICAE no recomienda utilizar la tarjeta de uso diario, que es donde tenemos todos los ahorros, es más seguro utilizar las denominadas tarjetas virtuales.
Si realizas compras online a menudo, este tipo de tarjetas te resultará un medio muy cómodo y seguro para pagar por internet o desde tu móvil, sin necesidad de utilizar tarjeta física.
Su operativa es muy sencilla: se trata de una tarjeta prepago que se puede recargar con hasta 600 € de saldo. Te permite la consulta de movimientos, y es fácil de cancelar.
Cualquier entidad bancaria te facilitará una tarjeta virtual.
En cuanto a las ventajas, no se necesita soporte físico para realizar las compras por Internet, solo hay que recordar el número de tarjeta, la fecha de caducidad y el CVV (número que aparece por detrás de la tarjeta). Además, no tiene ni cuotas ni comisiones, para contratarla solo hay que informar del email y el número de identificación personal que se escoja.
