Ceuta ha sido junto a Castilla-La Mancha, Canarias, Asturias y Melilla uno de los territorios españoles que han mostrado ya su apoyo a la iniciativa lanzada por el Consejo General de Enfermería (CGE) para instaurar la figura de la enfermera escolar en todos los centros educativos. El CGE, junto a otras 15 entidades, solicitó el pasado enero la colaboración de los ministerios de Sanidad y Educación para impulsar un procedimiento común que permita instar a todas las comunidades autónomas a implantar la enfermera escolar en todo el territorio nacional.
Según los datos del CGE, España cuenta en la actualidad con una enfermera escolar por cada 6.685 alumnos cuando, según el último informe del Observatorio de Enfermería Escolar del Consejo, el 25% de los menores que acuden a un centro escolar padece una enfermedad crónica.
Los encuentros que hasta la fecha ha mantenido el Consejo, y entre los que se cuentan responsables de la Ciudad, con representantes de las comunidades y ciudades autónomas se han centrado en un cambio de modelo progresivo y escalonado -teniendo en cuenta las peculiaridades de cada región- que ponga el foco en la atención a la enfermedad y que esté dirigido hacia la promoción de la salud.
Una apuesta clara y objetiva donde se pretende garantizar la calidad de la atención y seguridad de los menores, que genere poblaciones más saludables en un futuro próximo y que garantice la escolarización de niños y niñas con patologías crónicas y agudas.
«Es importante conocer el abordaje de los modelos de enfermera escolar que existen en cada comunidad autónoma con el objetivo de dar visibilidad a esta figura», ha subrayado el secretario general de CGE, Diego Ayuso.
El Observatorio del CGE trabaja en la creación de una cartera de servicios que con el desempeño de las competencias de la figura de la enfermera escolar refuerce el sistema sanitario tanto en las áreas de atención asistencial como de educación para la salud. Según explica el Consejo, las posibilidades de actuación de las enfermeras escolares es muy amplio, pues incluye el abordaje de forma sistematizada la educación sanitaria y para la salud, la adquisición de hábitos de vida saludables o el cuidado y seguimiento de niños con patologías crónicas que sin una enfermera tendrían complicado su escolarización.
