La cabalgata de feria la abrían cuatro grandes marionetas con luz, seguidas muy de cerca por el pirata más temido en toda la ciudad que custodiaba tres gigantescos e hinchables animales marinos: un pulpo, una medusa y un pez globo acompañados de unos seres peludos sobre patines y saltinbanquis algo locos. Y del mar a la selva. Un gorila gigante y un gran elefante refrescaban la noche con chorros de agua junto a otros animales fantásticos.
Al ritmo de banda y con canciones infantiles, que sonaban más a padres que a niños como la de la mítica serie de dibujos Campeones, llegaban las carrozas. Epi y Blas anunciaban la llegada de las reinas de las fiestas que viajaban en una carrozas muy del sur decoradas con castañuelas, panderos y flamencas para la juvenil y la absoluta mientras que la reina infantil lo hacía rodeada de hadas y nenúfares.
Cerraba el cortejo, un grupo en barrenderos de Trace que recogían las serpentinas lanzadas en vez de los tradicionales caramelos que algunos niños pedían desde las aceras. Una cabalgata pequeña pero animada, aunque el público se ha repartido por todo el recorrido, tanto que han dejado vacíos poco lucidos.
Mientras, en el recinto desde la apertura de las atracciones se celebra el día del niño con precios reducidos durante toda la noche en los cacharros infantiles y de familia y hasta la medianoche en los de adultos.