Ha vuelto la feria y las atracciones son la diversión para los más pequeños, aunque no de todos. Y es que para muchos, la 'Calle del Infierno', es más que un nombre. Los niños que padecen Trastorno del Espectro Autista (TEA) se ven afectados por la gran cantidad de ruido que existe en toda la Feria y, concretamente, en su calle favorita.
Pero hoy Javier es uno de los pequeños que han podido disfrutar de una calle del infierno más silenciosa, adaptada a sus necesidades, exentas de sobrestímulos.
Isa, mamá de Javier, explica que si no se hubiese eliminado el ruido su hijo estaría más nervioso ahora mismo, por la estimulación de querer montarse y el ruido. Sin embargo, asegura que además es una situación nueva para él, ya que es el primer día que Javier baja al recinto ferial, y se tiene que adaptar a la situación y no es nada sencillo porque cualquier sonido exalta a Javier, que está deseando montarse en los cacharritos.
Sin embargo, Isa apunta que un sólo día no es suficiente porque la Feria dura seis días y las personas con TEA sólo pueden disfrutarla durante 4 horas. un tiovivo concretamente, al que, según indica, han subido muchos niños con esta preferencia para no demorar su espera.
El estruendo silenciado en la Calle del Infierno no sólo lo agradecen las personas con TEA. Emilio Postigo, que ha llevado a su hijo Hugo a la Feria, destaca la iniciativa para que todos los ceutíes, sin excepción, puedan disfrutarla. Postigo ha señalado los altos precios de las atracciones. Cuatro euros para las de los niños pequeños.