son más de 20.000, entre 35 y 50 años, procedentes de todo Marruecos

"El sufrimiento continúa", afirma una activista marroquí sobre las porteadoras en la frontera

La activista marroquí Nisrine Boukhizu, representante de la “Entidad Legal para la Protección de los Derechos de los Migrantes y Refugiados”, revela las “duras” condiciones de trabajo de la mujer porteadora en la frontera.  

porteadoras
photo_camera Porteadoras en el Tarajal II. (Archivo)

Durante el acto celebrado en la Facultad de Ciencias Jurídicas, Económicas y Sociales de Tánger, la activista y experta en inmigración Nisrine Boukhizu ha descrito como “extremadamente duras” las condiciones en las que trabaja la “mujer porteadora” en la frontera. 

Boukhizu aludió a los resultados de un estudio sociológico elaborado por la “Entidad Legal para la Protección de los Derechos de los Migrantes y Refugiados”, donde se constatan los abusos de poder y humillaciones que han de soportar las porteadoras, obligadas a mantener  buenas relaciones tanto con los intermediarios como con los agentes de la frontera.

Según el informe, el contrabando atrae a las mujeres precedentes de varios puntos del país vecino, con edades comprendidas entre los 15 y los 50 años, las cuales se encuentran viviendo en difícil  situación socioeconómica. Añade que son más de 20.000 mujeres, en su mayoría de entre 35 y 50 años, las que trabajan en condiciones inhumanas, las cuales en ocasiones han acabado provocando ataques de ansiedad, desmayos y fallecimientos.

Tal y como se detalla en el mismo estudio, la jornada laboral de la mujer porteadora comienza a las cinco de la tarde, donde se dispone a esperar horas en las largas colas en la frontera e incluso pasar la noche en el frío a la espera de poder acceder a la ciudad.  El promedio de peso que llevan a la espalda a la vuelta oscila entre los 50 y 70 kilos y no cuentan con ningún tipo de seguro sanitario que pueda cubrir las lesiones provocadas en el trayecto.

Por otra parte, la misma conferenciante destacó que este problema requiere "una fuerte voluntad política para regular el sector y adoptar medidas que contribuyan a la mejora de sus condiciones laborales. Es necesaria  formar a estas mujeres y ayudarlas económicamente para llevar a cabo sus propios proyectos para terminar con el sufrimiento físico”.

Del mismo modo, los resultados obtenidos también corroboran que el trabajo conjunto entre las autoridades marroquíes y españolas para proporcionar unas mejores condiciones a las mujeres porteadoras han dado sus frutos  “aunque, sin duda, el sufrimiento continua”.

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