Enero de 2023 es la fecha que se llevaba esperando desde que en abril se descongelaron las relaciones con Marruecos. Será cuando eché a andar la Aduana Comercial en Ceuta, tal y como anunció el ministro Albares el pasado miércoles. Tendrá un carácter “regional”, de intercambio entre dos ciudades fronterizas. Las fuentes de la Administración General del Estado deslizan que será de pequeñas dimensiones, se ubicará en pleno Tarajal- en la actual zona de control fiscal de Aduanas-, y con el tiempo se valorará otra ubicación. Sin embargo, y pese a que las informaciones cada vez le dan una forma más contundente, el Gobierno de Vivas prefiere instalarse en la “prudencia”, como ha manifestado este viernes su portavoz, Alberto Gaitán.
“Es una buena noticia, nuestra valoración es la misma que hicimos en abril, pero el anuncio hay que tomarlo con cautela. De momento, es solo un anuncio”, ha esgrimido. El portavoz ha insistido en que “hay que esperar”. “¿A qué? ¿No se lo creen?”, le trasladaban los periodistas, mientras que Gaitán negaba con la cabeza para volver a reiterar lo manifestado anteriormente. “Sí, lo creemos, pero hay que esperar”. Una postura, la que adopta el Ejecutivo local, que no quiere instalarse en ese lanzar campanas al vuelo, y mantenerse como mero espectador para analizar cómo se suceden los acontecimientos.
No obstante, de momento, todos los anuncios expresados tras los diferentes encuentros hispano-marroquíes se han materializado: apertura de las fronteras terrestres, recuperación de tráfico marítimo, regreso de la Operación Paso del Estrecho… Así, hasta ahora, el único que queda pendiente, y parece, en vista de los acontecimientos, que sigue adelante es la implantación de la Aduana en Ceuta y poner en funcionamiento la de Melilla.
