Marruecos ha emprendido una nueva ofensiva contra el porteo a través de su frontera con Ceuta. Las autoridades del país vecino han impedido hoy la entrada de las porteadoras en la ciudad y restringido el paso de determinados productos en un nuevo episodio síntoma de la convulsa situación que se vive del otro lado de El Tarajal.
La decisión marroquí ha obligado a la Delegación del Gobierno a decretar el cierre del paso peatonal de El Tarajal. “Se trata de una medida para evitar los riesgos que provoca la acumulación de miles de personas a ambos lados de la frontera”, argumenta la representación del Gobierno en la ciudad en un comunicado.
La Delegación explica que durante los próximos días se tratará de reorganizar el tránsito de los porteadores de manera más ordenada para reducir los riesgos que comporta la acumulación de miles de personas en el entorno fronterizo.
La ausencia de porteadoras ha dejado una estampa fantasmal en los polígonos comerciales.
Las rígidas medidas adoptadas por Rabat, que no oculta ya su pretensión de dar por agotada una actividad económica como la del porteo ante la cual no oculta ya sus reticencias, han comenzado a poner en cuestión un modelo de relación económica asumido hasta ahora por marroquíes y españoles. Ello unido a las dos muertes registradas entre los porteadores durante las últimas semanas en el lado marroquí ha generado un clima de incertidumbre cuyo desenlace está por determinar.
