El “mismo caos” para entrar a Ceuta: colas interminables y largas horas de espera

Las salidas, por su parte, han sido fluidas durante todo el fin de semana, sin apenas registrar flujo de vehículos. “Todo se encuentra despejado”, comentaba la Policía Nacional.

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photo_camera Imagen compartida por un usuario en redes sociales.

Ni colas, ni esperas. Carriles prácticamente desiertos es lo que se han encontrado este fin de semana los ciudadanos que han optado por salir al país vecino. “Todo se encuentra despejado”, remitía la Policía Nacional vía comunicado a través del que informaban que se habían activado tres carriles de salida.

La cara opuesta, en las entradas, donde “el mismo caos de siempre”, se quejaban los ciudadanos, ha hecho retroceder dos años en el tiempo para padecer esas interminables colas azotadas por horas y horas de espera.

Acercarse al Tarajal para entrar a Ceuta y encontrarse por delante tan solo tres vehículos genera una celebración interna que lleva a calcular, inocentemente en primera instancia, que casi tiene un pie en la ciudad. Nada más lejos de la realidad. La desesperación se instaura en aquellos que intentan, de la forma más paciente, aguardar el turno en su vehículo. Poco más de una hora se ha demorado un trámite que en el control español apenas se ha extendido 15 minutos.

Y esto solo en el caso de los más afortunados. A medida que la tarde cae y el día se adentra en sus últimas horas, los vehículos conforman una extensa hilera que, a ojos de los que esperan, poco o nada se mueve. "Llevamos dos horas esperando y tan solo hemos avanzado unos metros".

“¿Qué ocurre en Marruecos?”, se pregunta la mayoría. Los usuarios de redes sociales descargan su enfado y frustración a través de diferentes publicaciones en las que poco varían los comentarios y opiniones. “Esto es más de lo mismo, parece que no va a cambiar”, posteaba un ciudadano, a quien le respondían con un “en la frontera española con menos efectivos funcionan muy bien, pero en el otro lado…”.

Las respuestas a las trabas por parte del funcionariado alauita se adentran en el terreno de lo especulativo, todo ello aderezado con indignación, aunque eso sí, sin ánimo de renuncia por repetir el proceso el próximo fin de semana. “Aunque tenga que esperar cinco horas, agradezco que por fin podamos pasar a Marruecos. Volveré el próximo fin de semana”.