“La salida de los islamistas del Gobierno de Marruecos no implica cambio de políticas hacia Ceuta"

El director del Observatorio de Ceuta y Melilla, Carlos Echeverría, analiza los resultados de las elecciones legislativas celebradas el miércoles en Marruecos
Carlos-Echevarría-director-del-Observatorio-de-Ceuta-y-Melilla-750x375
photo_camera El director del Observatorio de Ceuta y Melilla, Carlos Echeverría (ARCHIVO)

El pasado miércoles, Marruecos celebró unas elecciones legislativas cuyos resultados han supuesto un auténtico vuelco al pasar el Partido de la Justicia y el Desarrollo (PJD) de 125 a 13 diputados.

Una debacle cuya primera consecuencia es la salida de los islamistas del Gobierno marroquí. Sin embargo, como destaca el director del Observatorio de Ceuta y Melilla, Carlos Echeverría Jesús, las implicaciones que este cambio pueda tener en relación con España y, en concreto, con las continuas aspiraciones soberanistas de Marruecos sobre Ceuta, Melilla y Canarias, son nulas.

En concreto, Echeverría, profesor de Relaciones Internacionales de la UNED, considera que “los resultados de las elecciones legislativas, regionales y comunales celebradas el 8 de septiembre en Marruecos invitan a realizar análisis e interpretaciones múltiples, pero tendrán escasa o ninguna incidencia en la evolución de las relaciones con España, en general, y en la reivindicación marroquí de los territorios españoles en el norte de África en particular”.

La debacle electoral del PJD “permite vislumbrar la pronta desaparición de los islamistas de la cúpula del Gobierno”. A su vez, destaca Echeverría, “que los tecnócratas y próximos a Palacio de la Agrupación Nacional de Independientes (RNI) hayan ganado holgadamente, pasando de 60 a 102 diputados, implicará cambios de caras pero no de políticas, o al menos no de las políticas de soberanía que la Monarquía siempre ha controlado y seguirá controlando”.

Sea como fuere, señala Echeverría, “estos dos partidos, al igual que los otros que contarán con visibilidad relevante en el futuro Parlamento –el Partido para la Autenticidad y la Modernidad (PAM), el Istiqlal o la Unión Socialista de Fuerzas Populares (USFP)— tienen todos en común su cercanía a Palacio”, lo que implica que “apoyan sin fisuras las líneas definitorias de su política interior y, sobre todo, exterior”. Políticas, recuerda el director del Observatorio de Ceuta y Melilla, “entre las que se ubica la insistencia en acabar con el déficit territorial que supuestamente sufre el Reino [de Marruecos] desde su independencia en 1956, incómoda política para vecinos como España y Argelia”.