“Hablar de vallas en España se entiende bien y no hay que explicarlo”. De este modo se ha pronunciado hoy la embajadora húngara en Madrid, Eniko Gyori, quien ha comparado comparó la valla que el gobierno magiar ha instalado en la frontera serbia con las levantadas en las ciudades de Ceuta y Melilla.
Gyori ha recurrido a esta equiparación para justificar el trato que las autoridades húngaras dispensan a los refugiados que acceden a su territorio. "España lo hizo no porque le gustaran las vallas, y Hungría lo hace no porque le gusten –ha argumentado la embajadora- Nadie hubiera pensado hace unos meses que tendríamos una valla en nuestra frontera con Serbia de 175 kilómetros", ha afirmado.
Las declaraciones de Gyori se compadecen con las que el primer ministro húngaro, Viktor Orbán, hizo en el artículo que recientemente publicó en el Frankfurter Allgemaine alemán. “El hecho de que nadie, aparte de Hungría y España, quiera defender las fronteras de Europa es bastante deprimente", escribió Orbán.
