Los inmigrantes subsaharianos, residentes en el CETI de Ceuta, que fueron fotografiados portando uniformes de la Guardia Civil, han asegurado que hallaron la ropa en un contenedor. La imagen se ha hecho viral en las redes sociales.
La Benemérita mantiene abierta una investigación para esclarecer el origen de las prendas, que podrían pertenecer a algún agente que se deshizo de ellas. Según el Código Penal, el uso público de uniformes oficiales sin autorización está castigado con multa de uno a tres meses.
El hecho ha generado indignación entre los sindicatos de la Guardia Civil, que han denunciado la falta de personal y medios para garantizar la seguridad en la frontera de Ceuta. Jucil, uno de los sindicatos, ha publicado un mensaje en la red social X en el que califica de “inadmisible” que los inmigrantes se burlen de la institución.
