La aduana, esa frontera invisible que sitúa a Ceuta como un ente extraño dentro del territorio nacional, ha vuelve a aparecer como una línea roja para separar a la ciudad autónoma del resto de España, y frenar la solidaridad de los ceutíes.
Así, lo ha hecho saber la asociación Digmun que la semana pasada arrancó una campaña de recogida de ropa, alimentos y medicinas para enviarlas a Ucrania. Ceuta, como es habitual, se volcó. Pero, de momento, el buen hacer de los caballas se queda en Algeciras, y la asociación suspende temporalmente su acción de ayuda humanitaria: “Debido a los problemas que nos estamos encontrando para sacar la mercancía de Ceuta por problemas con la Aduana de Algeciras”.
“Llevamos varios días haciendo gestiones para tratar de resolver estos problemas burocráticos y en estos momentos estamos a la espera de las gestiones que está realizando la propia Delegación del Gobierno para que se pueda hacer una excepción y poder pasar todo lo recibido hasta ahora. (Mercancía que iba a llevarse a través de la colaboración desinteresada de la empresa Logitrans y miguelañez)”, explican desde Digmun.
En este sentido, hacen un llamamiento a las autoridades competentes para que faciliten “al máximo” los trámites. “Ya que se trata de algo excepcional y puntual, donde entendemos que debe primar el sentido común y las ganas de ayudar de toda la ciudadanía”.
