El viento desapacible con el que se acostó ayer viernes y se ha levantado este sábado la ciudad ha ocasionado algunos sobresaltos a lo largo de la jornada. A la suspensión de los servicios marítimos, se han venido a sumar una miríada de pequeños incidentes que han requerido la intervención de los Bomberos. Según informan las autoridades municipales, la racha máxima de viento registrado había alcanzado a las dos de la tarde los 69 kilómetros por hora.
Ramas caídas en la Avenida de África, desprendimiento de cascotes en la calle Antioco que han obligado asegurar una fachada, carteles y planchas metálicas precipitadas hacia la calle en Manuel de Olivencia y González de la Vega (en la foto) han sido algunas de las salidas de los Bomberos a lo largo de la mañana.
El personal del Servicio de Extinción de Incendios ha tenido que intervenir también en el polígono Virgen de África, donde un trozo desprendido de una palmera ha caído sobre un kiosco, aunque sin causar heridos. La propietaria quedó encerrada en el interior de la estructura, pero fue pronto liberada y sin daños. El viento también ha empujado una caseta en el Parque Marítimo hasta hacerla caer al mar.
Otra de las víctimas del temporal ha sido un delfín cuyo cadáver ha sido arrojado por las olas a la playa de La Almadraba.
A las 17.30 horas los Bomberos ya habían cubierto una quincena de servicios, todos ellos relacionados con la acción del viento.
La Agencia Estatal de Meteorología mantiene sus previsiones de lluvia hasta el mediodía del domingo, momento a partir del cual las inclemencias del tiempo cesarán. Según los pronósticos, las precipitaciones se harán más intensas a lo largo de la tarde y durante las primeras horas de la madrugada del domingo.