Las Murallas Reales se han iluminado este viernes de naranja en un acto simbólico con el que celebrar el Día Nacional del Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH), fijado el 27 de octubre en el marco del mes europeo del TDAH. El símbolo, sin embargo, se ha hecho esperar. Los encargados de aplicar el tono anaranjado a los focos del monumento se han empecinado durante tres cuartos de hora en alumbrar de verde las paredes de las Murallas. El error, finalmente, ha sido subsanado.
La Asociación TDAH-Ceuta ha querido imprimir un sesgo reivindicativo a un acto en el que ha estado presente la consejera de Sanidad y Servicios Sociales, Nabila Benzina. El manifiesto redactado para la ocasión, y leído por un niño de una de las familias afectadas, ha recordado el acuerdo adoptado en 2017 por la Asamblea de la Ciudad por el que la institución asumió el compromiso de estudiar y diseñar un protocolo de actuación para la detección, el diagnóstico y la atención médica y escolar del alumnado con TDAH. La pretensión era la de crear las mejores circunstancias para el desarrollo educativo de los menores. «Seis años después, continuar en el mismo punto no nos parece correcto –reza el manifiesto- Se están vulnerando todos nuestros derechos y mucho nos tememos que se esté haciendo deliberadamente».
TDAH-Ceuta ha hecho hincapié en la necesidad de trabajar para que la sociedad se conciencie sobre las limitaciones que, para quienes la padecen, impone esta enfermedad. «Nuestro mayor deseo sería que, de una vez por todas, la Organización Mundial de la Salud declarase un día mundial para la concienciación del TDAH y que desde todos los rincones del mundo pudiésemos decir con una sola voz: el TDAH existe y de su atención correcta dependerá el bienestar general de toda la sociedad», han reclamado los activistas en su manifiesto.
Un enfermedad para toda la vida
El TDAH es un trastorno del desarrollo neurológico que afecta al 11% de los niños en edad escolar y que se caracteriza por niveles inapropiados para el desarrollo de falta de atención impulsiva o hiperactividad. Es una condición que afecta a las personas que la padecen, a lo largo de toda su vida.
La falta de diagnóstico o diagnóstico tardío hace que los riesgos de las personas con TDAH se dupliquen. Las personas diagnosticadas con TDAH tienen un riesgo elevado de fracaso escolar, comportamiento antisocial, otros problemas psiquiátricos, trastornos somáticos, abuso de drogas y alcohol, lesiones accidentales y muerte prematura, incluido el intento y el suicidio consumado.
