El ministro de Asuntos Exteriores de España, José Manuel Albares, se prepara para una visita crucial a Rabat, Marruecos, con el objetivo de reanudar los pactos establecidos entre Pedro Sánchez y Mohamed VI. Esta visita bilateral, la primera en la nueva legislatura, busca reactivar los acuerdos suspendidos tras las elecciones generales anticipadas, especialmente en lo que respecta a la apertura de las aduanas comerciales de Ceuta y Melilla.
El viaje de Albares, que sigue a su compromiso en Estrasburgo, Francia, se enmarca en un contexto más amplio de diplomacia y relaciones exteriores, con posibles extensiones a Mauritania y Senegal. Estos países son puntos de partida clave para la migración irregular hacia las Islas Canarias, un tema de creciente importancia para España.
La visita a Marruecos adquiere una relevancia particular tras la reciente resolución de tensiones diplomáticas con Argelia, otro vecino estratégico del sur de España. Con el nombramiento de un nuevo embajador argelino en Madrid, el Gobierno español busca equilibrar y fortalecer sus relaciones en la región.
La apertura de las aduanas de Ceuta y Melilla representa un tema delicado y de gran importancia en las relaciones hispano-marroquíes. Mientras España ve en esta medida un reconocimiento tácito de su soberanía sobre las dos ciudades, Marruecos las considera "presidios ocupados". La resolución de este asunto es crucial para el futuro de las relaciones bilaterales y el comercio entre ambos países.
La visita de Albares a Marruecos, por lo tanto, no solo es un paso hacia la normalización de las relaciones diplomáticas, sino también una oportunidad para abordar temas complejos y buscar soluciones mutuamente beneficiosas.
