El fuego era invisible y los evacuados conversaban despreocupados mientras enfilaban las puertas de salida. La biblioteca pública “Adolfo Suárez” ha sido esta mañana pasto de las llamas merced al simulacro de emergencia organizado por el Servicio de Prevención de Riesgos Laborales de la Ciudad.
El ejercicio ha recreado un incendio declarado en la segunda planta del edificio. Ante el intento infructuoso de sofocar las llamas, el centro recurre a los servicios de Protección Civil y Bomberos.
“Ha sido un ejercicio provechoso –ha explicado a pie de edificio el director de la biblioteca, José Antonio Alarcón- En dos minutos todo el personal estaba en la escalera y en cuatro había desalojado por completo el inmueble”.
En torno al mediodía, los usuarios de la biblioteca han comenzado a abandonar el edificio. Entre ellos, un grupo de pequeños estudiantes del colegio La Inmaculada quienes, aferrados a una cuerda y bajo la vigilancia de una monitora, han sido los primeros en salir a la calle.
Acto seguido, tres camiones de bomberos han hecho acto de presencia en el lugar. Las evoluciones de los servicios de emergencia han sido seguidas por los consejeros de Presidencia, Jacob Hachuel, y Educación, Mabel Deu.
El simulacro ejecutado hoy en el edificio supone la implantación del plan de autoprotección de centros de trabajo diseñado por Prevención de Riesgos Laborales. En el caso de la biblioteca, la complejidad de los procedimientos de emergencia por cuanto que, además de los trabajadores, los planes deben considerar la presencia de los usuarios, lo cual puede elevar hasta el medio millar el número de personas que resulta preciso auxiliar en caso de urgencia.
