Figuerola: «Lo peor es casarse para que te solventen la papeleta»

La galardonada con el María de Eza, ejemplo de feminismo en Ceuta, ha apelado al empoderamiento de la mujer como figura en la sociedad que "puede llegar donde quiera".

En una sociedad en el que las leyes ni os convencionalismos reconocían la igualdad entre hombres y mujeres, y estas últimas estaban destinadas a “sus labores”, Carmen Figuerola, Carmela para los que la conocen y tratan, plantó cara, rompió moldes, “fue una inconformista, una rebelde con causa”, ha descrito el presidente de la Ciudad, Juan Vivas, a la galardonada con el María de Eza 2023.

A sus 91 años Carmela ha protagonizado el acto oficial por el Día de la Mujer haciendo gala de su carácter dicharachero, fuerte, cómico e impartiendo lecciones a todos los presentes que se han reunido en el Salón del Trono de la Asamblea. Fue de las primeras mujeres ceutíes en obtener el título de Bachillerato en un centro por entonces fecundo, el hispano-marroquí. De las primeras en obtener el permiso de conducir, y también pionera en acceder a un puesto directivo, entonces en la Agencia Partida. “Es una modelo y ejemplo. Fue un verdadero ariete para abrir el camino de la igualdad”, la ha alabado Vivas.

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Carmen Figuerola con el presidente de la Ciudad y el delegado del Gobierno.

La premiada, por su parte, ha optado por ejemplificar entre vivencias y anécdotas la necesidad de que las mujeres “deben tener un porvenir”, y ello pasa por una base esencial: la educación. “Lo peor que hay es casarse para que te solventen la papeleta”, comentaba en su vídeo de presentación. “Tenemos muchas pegas”, iniciaba su intervención, “y a pesar de todas estas cosas, cualquier mujer puede llegar a donde quiera”.

Carmen ha agradecido ser una afortunada por su seno familiar. “Tuve unos padres muy progresistas, sobre todo mi madre, que era muy adelantada a su época”.

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La premiada posa con su famiia.

Y desatando carcajadas entre los presentes e induciendo lecciones de vida, la nonagenaria se ha coronado en esta vigésimo octava edición en la que el jurado se decantó por ella porque “abrió camino a otras luchadoras” que siguieron sus pasos y que desde muy joven ha sido una firme defensora del papel de la mujer en la sociedad, “mucho antes de que se hablara de feminismo”, así como una trabajadora emprendedora y decidida.