Ceuta se encuentra entre las zonas de España con un riesgo significativo debido a la presencia de gas radón, un elemento radiactivo natural que es la segunda causa principal de cáncer de pulmón después del tabaco, y la primera entre los no fumadores. Según datos del Consejo de Seguridad Nuclear, el 11% del territorio de Ceuta está clasificado como zona de alto riesgo por este gas, lo que pone de manifiesto la necesidad urgente de medidas de protección para sus habitantes.
El gas radón, que se origina por la desintegración del uranio presente en la corteza terrestre, puede acumularse en espacios interiores, especialmente en lugares con poca ventilación. La combinación de la exposición al radón y el hábito de fumar tabaco multiplica por 25 las posibilidades de desarrollar cáncer de pulmón, según informa Propamsa, una compañía especializada en soluciones de construcción saludable.
A nivel nacional, más de 3.000 municipios están expuestos en mayor o menor medida al gas radón, lo que representa un desafío para la salud pública, ya que este gas es responsable del 50% de la radiación que recibe el ser humano a lo largo de su vida. La situación es particularmente grave en comunidades como Galicia, Extremadura, Madrid, Castilla y León, Canarias y Cataluña, donde los porcentajes de riesgo por radón superan significativamente el de Ceuta.
Ante esta problemática, España ha dado un paso adelante con la aprobación del Plan Nacional contra el Radón. Este plan establece las estrategias y actuaciones que las administraciones públicas llevarán a cabo durante los próximos cinco años para mitigar el riesgo para la salud derivado de la exposición a este gas.
En el ámbito privado, empresas como Propamsa ya están desarrollando soluciones innovadoras para proteger tanto las nuevas construcciones como las edificaciones existentes. La campaña STOP RADON de Propamsa, por ejemplo, propone un sistema completo de impermeabilización y aislamiento que actúa como una barrera eficaz contra la infiltración del gas radón desde el subsuelo.
Este sistema, que se instala en partes críticas de las edificaciones como fosos, bodegas y garajes, está diseñado para cortar de raíz la entrada del gas radón, alineándose con el Código Técnico de la Edificación (CTE) y la normativa europea. Con estas medidas, se espera reducir significativamente el riesgo que el radón representa para la salud de los ciudadanos, especialmente en áreas de alto riesgo como Ceuta.
