El caballa Juan Vivas Rodríguez, distinguido por el Obispado de Cádiz y Ceuta

Vivas es una de las ocho personas que recibirá la medalla «Pro Ecclesia Gadicense et Septense» concedida por el Obispado de Cádiz y Ceuta con motivo del Día de la Iglesia Diocesana

Medalla «Pro Ecclesia Gadicense et Septense»
photo_camera Medalla «Pro Ecclesia Gadicense et Septense»

El ceutí Juan Vivas Rodríguez será distinguido con la medalla «Pro Ecclesia Gadicense et Septense» por el Obispado de Cádiz y Ceuta con motivo de la celebración del Día de la Iglesia Diocesana. Vivas recibirá este reconocimiento junto a otras siete personas, entre las que se cuenta el sacristán de la Iglesia de la Palma de Algeciras, Diego Valencia Contreras, brutalmente asesinado el pasado enero a manos del radical islámico Yassine Kanjaa.

La «Pro Ecclesia Gadicense et Septense» se presentó en el marco del Año Jubilar por el 750 Aniversario del Traslado de la Sede de Medina Sidonia a Cádiz y el 600 de la creación de la diócesis de Ceuta. Esta distinción reconoce la dedicación de personas de la diócesis en favor de la Iglesia en ámbitos como la cooperación en la misión evangelizadora, la atención a la comunidad parroquial, la caridad o el desarrollo de iniciativas pastorales.

Junto a Vivas y Contreras, también serán reconocidos con esta medalla Antonio Rodríguez Lucena, a título póstumo,  Carmen Pemán Medina, Eduardo Abadía Tenorio, Jesús Costa Regueiro, Fermín Leiva Molina y Encarnación Chica Merino.

Rafael Zornoza hará entrega de las medallas en dos celebraciones que tendrán lugar en la Catedral de Cádiz, el próximo domingo 12 de noviembre a las 12.00 horas, y en la parroquia de Nuestra Señora de la Palma de Algeciras, el miércoles, 15 de noviembre a las 19.00 horas.

 

Un músico ceutí en Algeciras

Juan Vivas nació en Ceuta, en 1950, en el seno de una familia humilde. Desde muy joven se vinculó a la parroquia de San José, en Hadú. Como le gustaba la música, se incorporó al coro de jóvenes. Allí conoció a Ana Osuna, que más tarde se convirtió en su esposa. Son padres de dos hijas. Ingresó en la escuela de Magisterio de Ceuta, especializándose en Matemáticas y Educación Especial.  La mayor parte de su vida profesional la ha dedicado a trabajar con niños con discapacidad o trastornos de aprendizaje.

Poco después de casarse fue destinado a Algeciras, estableciendo su domicilio en el Saladillo. Al comenzar la actividad de la nueva parroquia, de Santa María del Saladillo, se integró con su familia, como miembros muy activos de aquella comunidad. Su compromiso en la labor evangelizadora de la Iglesia ha sido una constante en la vida de Juan. Ha sido catequista de niños y de novios. Durante muchos años ha pertenecido al Secretariado Diocesano de Oración, animando los grupos de oración en Algeciras. También ha pertenecido a la Pastoral Penitenciaria, compartiendo con los internos el evangelio cada jueves.

Su mayor dedicación, no obstante, ha sido al coro de Santa María del Saladillo, que ha dirigido desde 1986, mientras su salud se lo ha permitido. A parte de las misas parroquiales, el coro del Saladillo ha llevado el canto y la oración a las calles del barrio, a otras localidades de la provincia, a residencias de ancianos, a la prisión y a encuentros con otras comunidades.