La Ciudad atribuye al "boicot de las mafias" los colpasos de tráfico en torno a la frontera

El consejero de Gobernación ha denunciado que durante los tres últimos días estas mafias se han dedicado a abandonar vehículos en la rotonda que da acceso a El Tarajal con el fin de sabotear el tráfico rodado. 

Fila de coches camino de la frontera
photo_camera Fila de coches camino de la frontera/ C.A.

La Ciudad maneja su propia hipótesis acerca de las causas que han motivado los colapsos de tráfico registrados durante los tres últimos días en torno a la frontera de El Tarajal. “Lo que existe es un boicot de las mafias contra cualquier medida que pueda adoptar la Delegación del Gobierno o la Ciudad para solucionar el problema de los porteadores”, ha revelado el portavoz del Gobierno local y consejero de Gobernación, Jacob Hachuel.

El nuevo sistema de control de los tráficos peatonales a través del paso Tarajal II, vigente desde el pasado martes y basado en la distribución de autorizaciones de acceso entre los porteadores, se ha de mostrado un fiasco. De las 4.000 autorizaciones diarias que se había previsto distribuir apenas se repartieron poco más de 3.000 entre el martes y el jueves. Todas las mercancías que han dejado de salir hacia Marruecos en las espaldas de los porteadores han pasado a ser transportadas en vehículos. Es en ello donde la Ciudad encuentra la mano de las mafias.

"Recurren al sabotaje porque buscan reventar el sistema; conforme se implementan soluciones ellos crean nuevos problemas", señala el portavoz del Gobierno. 

Hachuel ha desvelado que durante las tres últimas noches grúas municipales se han visto obligadas a acudir a la última rotonda que da acceso a El Tarajal para retirar vehículos que habían sido abandonados premeditadamente con el propósito de obstaculizar el tráfico rodado camino de la frontera.

Según ha explicado el consejero, las retenciones provocadas por esta maniobra forzaron a la Delegación de Gobierno a solicitar a las autoridades marroquíes que abrieran la frontera para dar salida a los vehículos atrapados en el atasco. “Han visto que si bloquean el acceso, la Delegación llama al otro lado y desde el otro lado se abre la frontera; y así llevan tres días”, se queja Hachuel.