La Ciudad inicia otro millonario intento en Santa Catalina para convertir en verde el secarral

Las obras del parque comenzarán en estas semanas, según ha anunciado Vivas, ahora sí con la intención de convertir una zona árida en "verde".
parque Santa catalina
photo_camera Parque de Santa Catalina. (ARCHIVO)

En las próximas semanas arrancarán las obras de lo que hasta hoy es el último intento por parte del Gobierno de salvar al parque de Santa Catalina de la aridez y convertirlo en el vergel que inicialmente fue concebido. Así lo ha anunciado el presidente de la Ciudad, Juan Vivas, en presencia del presidente de Tragsa, Jesús Casas, a cuya empresa la ha sido encomendada el proyecto de ejecución de obra, previa auditoria para detectar los problemas del entorno que han impedido, entre otras, que las especies vegetales sobreviviesen.

Supone el último intento millonario en el que la empresa pública vuelve a ejercer de actor principal y por el que se ha embolsado, solo por la ejecución de obra, unos 4 millones de euros. Sin contar otras pequeñas obras con las que se intentó mejorar el desastre inicial o reparar algunas cuestiones de urgencia, ni tampoco los estudios para saber qué falló, el Gobierno de la Ciudad invirtió de mano unos 12 millones de euros en que el vertedero se convirtiera en Parque, ahora se sumarán a esas cifras otros 4 millones, concretamente 4.061.361 euros.

En concreto, 500.000 euros se invirtieron el pasado ejercicio, y 3,5 son los que contemplan los Presupuestos de la Ciudad de este 2023. La cifra supera con creces lo que estimó la propia Tragsa en uno de los estudios que se le encargó para saber qué estaba mal y cómo se podía arreglar, y cuyo montante lo estimó en unos 2,4 millones y un año de ejecución.

Los fuertes vientos que afectan la zona, así como el alto grado de salinidad del entorno hacen compleja la elección de plantas que resistan a dichas condiciones, sobre todo si se trata de plantas arbóreas de cierto porte. Por ello, Tragsa lo que pretende es hacer más aportes de tierra y con mayor calidad puesto que, según recogía su informe inicial, concluyó que se había puesto poca tierra y de mala calidad.

“Ahora mismo tiene una característica árida, no verde. Tragsa sabe qué tipo de vegetación hay que plantar ahí ara que se mantenga, qué es compatible teniendo en cuanta que está desprotegido al levante, y para ello hay que recurrir a especies autóctonas para que no se vean expuestas. Lo queremos ver verde al igual que le monte hacho”, ha concluido el presidente que no ha deslizado ninguna fecha para la finalización de los trabajos.