La posible filtración fue el motivo de polémica que obligó a que el delegado del Gobierno, Nicolás Fernández Cucurull, y el jefe superior de la Policía Nacional, Alfonso Sánchez, tuvieran que comparecer en la tarde del lunes para tratar de aclarar algunas informaciones erróneas y malintencionadas.
Tanto el mando político como el policial se centraron en la polémica surgida a raíz de una denuncia que indicaba que la Policía no había atendido a una llamada realizada al 112.
Tanto es así, que el delegado hizo un relato de la secuencia de los hechos minuto a minuto, tanto de las llamadas recibidas en el 112 como en el 091.
Ahora, las autoridades tratan de aclarar si se produjo una filtración de datos de las llamadas al 112 y qué persona lo habría hecho.